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No hubo espíritu navideño. En uno de los plenos más tensos vividos por el Ajuntament de Palma en estos últimos años, marcado por las constantes descalificaciones verbales, los comentarios extemporáneos y las amenazas de acudir a los tribunales, la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, anunció que presentaría una querella contra el portavoz de EU-EV, Eberhard Grosske, por presuntas calumnias contra el teniente de alcalde de Urbanisme, Javier Rodrigo de Santos, ya que Grosske afirmó que el regidor popular habría realizado un «pelotazo urbanístico» con la compra, por parte del Consistorio, del solar de Son Espases para la construcción del futuro hospital de Son Dureta. Cabe recordar que semanas atrás, el teniente de alcalde de Urbanisme había anunciado que Cort había decidido comprar el citado solar por 7,2 millones de euros para cederlo a continuación a la Conselleria de Salut, que será la que construirá el nuevo hospital de referencia de Balears.

Debido a la extensión de la finca adquirida, de unos 250.000 metros cuadrados, Rodrigo de Santos indicó que 50.000, ubicados justo al lado de es Secar de la Real, iban a dedicarse a poner en marcha un futuro polígono sanitario. Los partidos de la oposición en Cort habían criticado durante estos últimos días que el citado solar se fuera a comprar pagando 27 euros por metro cuadrado, cuando los precios del mercado estarían, según afirmaron, muy por debajo de dicha cifra. Por ello pedían que la finca de Son Espases fuese expropiada, lo que supondría un «importante ahorro» para el municipio, según dijo Grosske.

Además, las diferentes entidades de es Secar de la Real, que ayer estuvieron presentes en el pleno, también habían mostrado su oposición a la construcción de la ciudad sanitaria prevista, porque llevar a cabo los planes urbanísticos previstos por Cort supondría, en palabras de Maria Assumpció Renom, presidenta de la Associació de Veïns de es Secar de la Real, «un atentado ecológico y cultural». Mientras los distintos partidos debatían ayer sobre la compra de Son Espases, los vecinos de es Secar desplegaron dos pancartas con los lemas «No al nou Son Dureta. Renovau-lo» y «Gràcies per destruir ca nostra, feis-ho a la vostra», y mostraron con aplausos su apoyo a las posiciones mantenidas por el portavoz del PSIB-PSOE, Antoni Roig; el portavoz del PSM-EN, Pere Muñoz, y el propio Grosske.