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La cadena hotelera Sol Meliá tiene previsto inaugurar en 2006 el nuevo buque insignia de la compañía: el Gran Meliá Shanghai. La inversión prevista será de 200 millones de dólares y participan en la misma Sol Meliá, Cubanacan y la empresa china pública Suntimes. Este hotel, según el propio Escarrer, «será el proyecto bandera en los 45 años de vida de Sol Meliá. Y me siento orgulloso de poder contribuir al desarrollo turístico chino, cuyo país tiene un potencial de crecimiento turístico y económico enorme», indicaba ayer el presidente de Sol Meliá en la presentación de este establecimiento, tras haber estado la pasadas emana en el acto de colocación de la primera piedra. El hotel, de 700 habitaciones, ha sido diseñado por el arquitecto mallorquín Àlvaro Sans, en colaboración con el Architectural Desing & Research Institute of Tonghi University, en la zona más emblemática y modernista de Shanghai, Pudong.

Sans destaca los aspectos arquitectónicos del edificio, afirmando que «está dentro de la vanguardia de la arquitectura moderna, con una conjunción de la arquitectura orgánica y rígida tradicional. Se va a construir con materiales primarios, caso de acero, granito y cristal. Y como consecuencia del 11-S, dispondrá de dos elevadores para 24 personas para uso exclusivo de los bomberos. Asimismo, su diseño respeta todos los aspectos de la filosofía Feng Shui, tanto en su ubicación como diseño de exteriores e interiores».

El edificio Gran Meliá Shanghai tendrá 35 plantas y medirá un total de 140 metros de altura, veinte más que la Torre Picasso de Madrid. En su construcción participarán 900 personas en cada turno, de día y de noche, «por lo que en un sólo año se levantará todo el edificio», afirma Sans. Escarrer, con los ratios de productividad existentes en China, espera rentabilizar el hotel en el primer año de funcionamiento.

El proyecto de construcción del hotel surgió en una visita del ex presidente chino a Cuba, en el que pidió a Fidel Castro hacer un proyecto en China bajo la modalidad de empresa mixta, circunstancia que aprovechó Gabriel Escarrer para optar al mismo. «Este hotel será uno de los diez más emblemáticos del mundo y competiremos con las grandes cadenas internacionales», señala Escarrer.