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El Govern salió el martes en defensa de la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y rechazó las acusaciones de Grosske y Muñoz sobre un supuesto «pelotazo urbanístico» por parte del Ajuntament de Palma por la compra de los terrenos donde se ubicará el nuevo hospital de Son Dureta. El portavoz del Ejecutivo balear, Joan Flaquer, recalcó a este periódico que Cirer «tiene todo nuestro apoyo en la demanda que interpondrá contra Grosske y Muñoz». Los dos portavoces de la oposición aprovecharon el último plenario de Cort para acusar al teniente de alcalde de Infraestructuras, Javier Rodrigo de Santos, de cometer un delito de prevaricación con la compra de los terrenos de Son Espases. Cirer anunció que presentará una demanda por estas acusaciones.

Para Flaquer, la postura de Grosske «es sorprendente». «El portavoz de Esquerra Unida denuncia irregularidades en la compra de Son Espases y, en cambio, ha hecho la vista gorda en la denuncia del Govern por el pago de una indemnización a la promotora del campo de polo de Campos», declaró.

Flaquer recordó que el Govern dePacte pagó una indemnización a la promotora del campo de polo «a cambio de nada» y cuestionó que «Grosske no haya mostrado ningún interés en averiguar lo que ha ocurrido». Además, el portavoz del Ejecutivo balear recordó que el dirigente de EU «también hizo la vista gorda cuando el PP denunció la legislatura los 'pelotazos' en Aubarca y Es Verger y todas las compras realizadas con el dinero de la ecotasa».