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Semanas atrás citamos en la plaza de Cort a Pepe Carrillo, El pintor de la noche, con su caballete, tela y pinturas, y a Estades de Moncaire, el friqui mallorquín de «Crónicas Marcianas». Queríamos saber si Carrillo es tan buen retratista como dicen. Así que, una vez reunidos, los dejamos solos, instalados en la pequeña plazoleta de sa Pescateria, frente a la farmacia -bueno, solos no, ya que los viandantes que pasaban por allí se quedaron un rato a ver qué pasaba-, y nos fuimos a hacer la noche por nuestra cuenta. Al día siguiente nos llamó Carrillo para decirnos que todo había ido bien, que en una semana tendría terminado el retrato. Y así fue, diez días después volvió a llamar y quedamos en vernos todos en Al Pairo. «Nos tomaremos un arroz y luego haré entrega del cuadro a Estades de Moncaire». El retrato, que es un acrílico, como pueden ver, no está mal. Yo diría que está muy bien. ¿Estades? Encantado. Tras darle las gracias, dijo: «Lo donaré al ayuntamiento de mi pueblo. Es donde mejor puede estar». Tras hacerse las fotos de rigor, se las pidió a Pepe Bergas, «pues las quiero colgar en mi web», que como saben ustedes es la www.estadesdemoncaira.com.

Pedro Prieto