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Las cenas de empresa con motivo de la Navidad protagonizaron un excelente ambiente en los últimos días del pasado año. Reunidos a manteles, empleados y directivos celebraron cenas o comidas de compañerismo, brindando por el nuevo año y felicitando las fiestas navideñas. Lo cierto es que en 2003 se notó un auge de celebraciones de este tipo, que llenaron los principales restaurantes de la Isla. Comidas copiosas junto a «ríos» de cava y buenos vinos agasajaron a los comensales, que disfrutaron por unas horas de un encuentro festivo fuera del trabajo y la rutina diaria. Incluso algunas empresas hicieron entrega de la tradicional cesta navideña o aguinaldo.

Los restaurantes con amplios salones o comedores fueron reservados con semanas de antelación, pues este año encontrar lugar donde celebrar la cena de empresa, para más de 20 comensales, se convirtió en una auténtica odisea. Tras la cena, directivos y empleados cerraron la noche en una discoteca o local de copas, donde la diversión continuó hasta altas horas de la madrugada. Otra alternativa para empresas con gran número de trabajadores fue elegir salas de fiesta donde se combinaba un suculento buffet con todo lo necesario para seguir la marcha sin salir del lugar.

Eso sí, a un precio mucho más económico que en un restaurante. Los menús con más éxito han sido los elaborados con arroç brut y porcella, además de paellas ciegas o entremeses con chuletas y guarnición. No faltaron los dulces navideños. Marcaron la diferencia aquellas empresas que se hicieron cargo de la cuenta, al revés que otras en las que los asistentes tuvieron que pagar a «escote».

Julián Aguirre