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El teniente de alcalde de Urbanisme de Cort, el popular Javier Rodrigo de Santos, dio a conocer ayer algunos de los cambios que se producirán en el funcionamiento del Consistorio una vez que se empiecen a aplicar, en el plazo máximo de seis meses, las reformas que prevé la Ley de Modernización del Gobierno Local, aprobada definitivamente el pasado 16 de diciembre.

Cada distrito tendrá un concejal exclusivo y unas oficinas municipales propias, en las que se podrán hacer las gestiones que hasta ahora sólo se hacían en las dependencias del Consistorio en el centro, como por ejemplo el empadronamiento o el pago de multas.

Entre las novedades más destacadas cabe señalar que se establecerá la división territorial de Palma en distritos, en principio cinco o seis, y que éstos tendrán sus propios órganos de gobierno y contarán además con una partida presupuestaria específica. El casco antiguo, la Platja de Palma o pueblos como Sant Jordi o Establiments podrían constituirse como distritos concretos, si bien aún se está estudiando la configuración final de éstos.

Cabe recordar que la nueva normativa moderniza la Ley de Bases de Régimen Local, de 1985, que otorgaba idéntico régimen jurídico a cualquier población, con independencia de su número de habitantes. Ahora, la ley recién aprobada establece como «grandes ciudades» las de más de 250.000 habitantes -Palma se acerca ya a los 400.000-, las capitales de provincia con más de 200.000 habitantes y las capitales de las comunidades autónomas.

Por lo que se refiere a los plenos, la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, podrá delegar la presidencia de los mismos en cualquier concejal. Las atribuciones de los plenos seguirán siendo el control y la fiscalización de los órganos de gobierno y la aprobación de propuestas para la mejora del municipio.