Una colección de espadas y pistolas del siglo XIX. Foto: GABRIEL ALOMAR

TW
0

Antic Art 2004 abrió ayer sus puertas en el recinto ferial del polígono de LLevant ofreciendo a los visitantes un paseo por los senderos del arte y la nostalgia, hasta el próximo día 22. La Feria de Antigüedades y Obras de Arte, que cumple su décima edición, fue inaugurada ayer por la alcaldesa Catalina Cirer quien, junto al director general de Comerç, Francesc Tutzó; la directora general de Cultura, Catalina Sureda; el director general de Fires i Congressos de Balears; Joan Bibiloni y el director de la feria, Juanjo de la Asunción, recorrieron las instalaciones que este año suman 54 expositores.

«Es una feria consolidada, avalada por la categoría de los expositores y la experiencia profesional. Asimismo se trata de una exposición mixta, compuesta por anticuarios, almonedas, coleccionistas, galeristas, y restauradores que ha perfeccionado su organización interna con un comité de expertos,» indica su director de quien destaca que el cliente mayoritario es mallorquín aunque con una importante presencia proporcional extranjera. El mueble rústico y el urbano del siglo XIX son hoy por hoy, en su opinión, las piezas con una mayor demanda, destacando el cliente de unos cuarenta años, con buen nivel cultural y elevado poder adquisitivo que, en ocasiones opta por dar una aire distinto a las obras en restauración.

Y es que el arte contemporáneo en su vertiente pictórica también tiene cabida en esta feria que cuenta con una pequeña muestra en un espacio a cargo del Palau Museu March, como aditamiento complementario. Miles de objetos variopintos y con su pequeña historia entrañable detrás, con más de 50 años y cuyo valor adquisitivo va de los cinco euros a los quince mil, se suceden en este museo temporal del recuerdo cuyas piezas a parte de su interés artístico cuentan con el valor añadido de la inversión segura, siempre y cuando posean calidad y autenticidad, preceptos que caracterizan Antic Art, según Juanjo de la Asunción.

Gabriel Alomar