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Gerencia de Son Dureta se vió obligada a habilitar otras zonas del centro hospitalario para poder acoger niños recién nacidos y no quedar expuestos al virus.

Algunos de los padres afectados mostraba ayer su preocupación por la propagación del virus: «Por la mañana nos dijeron que eran cuatro, pero ayer por la tarde el número ya llegaba a los siete. Mañana (por hoy) nos darán los últimos resultados de los análisis practicados. Al parecer, el virus tiene un plazo de 48 horas de incubación. Como medidas preventivas, desde el centro nos han comunicado que han quedado suprimidas todas las visitas de familiares y que los únicos que podemos entrar en la sala son los padres y que no podemos tocar a los niños. Estamos muy preocupados, porque se trata de bebés que no tienen defensas y pueden surgir complicaciones respiratorias graves que pueden poner en peligro su vida».

El centro hospitalario dará a conocer hoy todos los pormenores de este virus y su efecto en los niños infectados, así como todas las medidas que se están llevando a cabo para controlar, estabilizar y erradicar el virus en la planta cero de neonatos, ubicada en el edificio verde de Maternidad de Son Dureta.

El IB-Salut puntualiza que no tiene constancia de que se haya producido ningún traslado y que al haberse habilitado otras zonas en Son Dureta, «se pueden aceptar las entradas de niños recién nacidos que tienen que ser asistidos».

Los padres indican que los siete niños han quedado separados por un biombo del resto de bebés de la Unidad de Cuidados Medios, «con el fin de que las enfermeras puedan actuar con celeridad y sin perder tiempo al tenerlos todos agrupados en una misma zona. Nos indican que no hay medicación y que todo depende de cómo evolucionen los niños afectados por el virus».