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CATERINA VENY/NEKANE DOMBLÀS
La consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, anunció ayer que la empresa constructora de la línea del tren de Manacor ya advirtió al Govern, presidido entonces por el Pacte, del riesgo de desprendimientos del talud que provocó el accidente del tren a la altura de Petra. El informe fue presentado en dos ocasiones a la Conselleria, el 25 de marzo de 2003 y el 2 de julio de ese mismo año, un día después de la toma de posesión de la nueva consellera y cuando el nuevo gerente de SFM todavía no estaba nombrado. En él se añade además que este mismo riesgo existe en otros dos puntos de la línea: uno más en Petra y otro, en Sineu.

En la memoria se explica que el reforzamiento de los taludes fue provisional y se reconoce que es una medida superficial y no definitiva ya que, ante la premura de tiempo antes de la inauguración de la línea, no pudo hacerse un estudio geotécnico adecuado sobre el terreno. La consellera anunció que se ha abierto una investigación para determinar por qué no se actuó en esta línea si se conocía la provisionalidad de las obras y se mostró convencida de que las obras se hicieron «mal y rápido» para inaugurar la línea antes de las elecciones. Afirmó que el riesgo para las ciudadanos es muy grande y señaló que bajo su responsabilidad no se abrirá la línea, por mucha presión que exista, «si no es con total seguridad».

El ex conseller d'Obres Públiques, Francesc Quetglas, reconoció que las obras de reforzamiento de los taludes fueron provisionales y cuestionó al actual Govern qué tipo de seguimiento ha hecho para evitar que se produjeran este tipo de accidentes. La consellera aseguró que, hasta esta misma semana, no han tenido constancia de los informes y el director del proyecto afirma que tampoco lo conoce. Cabrer anunció que el consejo de administración de SFM acordó en una reunión mantenida ayer abrir un expediente de investigación que será instruido por el gerente de SFM y que incluirá la declaración los técnicos de la obra y la empresa constructora.