Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo», dice el refrán. ¿Hay
que hacerle caso? Probablemente sea lo más acertado, aunque por qué
no echar una canita al aire a las verdades populares y lanzarse en
busca de un rayo de sol. Eso ocurrió ayer, como pudimos comprobar
en nuestras playas y terrazas, donde la gente se agolpó de buena
manera, como si de tomarse un aperitivo de verano se tratara.
Puede que Eva María se fuera, buscando el sol en la playa, con
su maleta de piel y su bikini de rayas, pero lo que está claro es
que muy lejos de aquí no se fue. Y si lo hizo, habrá vuelto
encontrando por fin un rayo de sol, uoh oh oh, que le habrá traído
su amor, uoh oh oh.
Las cálidas temperaturas animan a cualquiera, ya se nota, visto
el ambientillo de ayer y las palabras que lo vieron. Aunque bien
mirado, puede que sólo fuera un espejismo, porque el Primero de
Mayo para eso es muy dado, que si vas de largo no cojerás un
catarro, porque el tiempo es pagado por aquellos que venden el
sayo. Así que, ayer fue un gran día para disfrutarlo; hoy,
probablemente también, y el lunes, y el martes... Así hasta el
verano; quizá no, por ello lo mejor será esperar hasta el 40 de
mayo.
David J. Nadal
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