Más de 2.000 personas, unas 300 según la Policía Local y 3.000
según la organización, participaron ayer en la manifestación del 1
de Mayo convocada en Palma por los sindicatos UGT y CCOO con el
lema unitario 'Per la pau i els drets socials' que salió de la
Plaça d'Espanya pasadas las doce del mediodía y concluyó en el Parc
de la Mar con una gran fiesta para conmemorar el Día del
Trabajo.
Aunque, sin duda, la nota dominante del día fue el hecho de la
falta de unidad sindical a la hora de llevar a cabo los actos del 1
de Mayo. Durante la jornada de ayer se celebraron cuatro
manifestaciones distintas -UGT y CCOO por una parte y USO, CGT y
CNT cada sindicato por separado- y también cuatro fiestas.
La manifestación unitaria de CCOO y UGT, que concluyó con los
parlamentos de los dos secretarios generales Josep Benedicto y
Lorenzo Bravo, en el Parc de la Mar contó con la asistencia de
varios políticos, entre otros Antoni Roig y Francina Armengol del
PSOE, Manuel Cámara, Eberhard Grosske, Miquel Rosselló y Fernando
Galán de Esquerra Unida, y Mateu Morro y Pere Muñoz del PSM.
Momentos antes de los parlamentos de los secretarios generales
todos los asistentes guardaron un minuto de silencio para recordar
a las víctimas de los atentados del 11-M en Madrid, «especialmente
a los trabajadores y estudiantes que murieron en los atentados»
dijo Miquel Àngel Carlos, secretario de Organización de UGT.
El secretario general de la UGT, Lorenzo Bravo destacó en su
intervención los retos sociales y laborales que supondrá la
ampliación de la Unión Europea de los 25 países. «En un año ha
habido muchos cambios» apostilló Bravo y recordó que «ha habido
cambios en el Gobierno central y en el Govern balear», defendiendo,
durante su intervención -en castellano y catalán- la necesidad de
defender el catalán «si no defendemos la lengua propia de las Islas
corremos el peligro de que se degrade», apostilló.
En la misma línea se pronunció Josep Benedicto, secretario
general de CCOO, recordando también a los trabajadores y
trabajadoras de Majòrica y el hotel Galatzó, sin olvidar a todas
las víctimas del terrorismo, «el terrorismo es un enemigo de los
trabajadores en todas sus formas», puntualizó Josep Benedicto.
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