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El gerente de Gestió Sanitària de Mallorca (Gesma), Rafael Romero, y el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, firmaron ayer, en presencia de la consellera de Salut, Aina Castillo, un convenio por el que voluntarios de la Pastoral de Salut de la Diòcesi atenderán a enfermos, así como a sus familias, de los hospitales de la Isla. Este servicio, «de labor asistencial y atención emocional y humanizada», ya lo han realizado nueve voluntarios de la Pastoral de Salut, con Esperança Florit como delegada diocesana, en los hospitales General y Joan March. A lo largo del último año, seis voluntarios realizaron unas 500 actividades de atención y asistencia en el Hospital General y otros tres, unas 140 en el Joan March.

Sin embargo, esta iniciativa no estaba regulada y con el convenio firmado ayer se le da un carácter formal. El Hospital Psiquiàtric se incorporará a los centros con esta asistencia. Castillo destacó «la grandeza de la labor desinteresada de estos voluntarios, que no reciben ninguna remuneración económica». Por su parte, Murgui recordó que los enfermos de otras confesiones pueden recibir, si así lo desean, atención de una persona de su religión a través de los voluntarios. El obispo también resaltó que existe una casa de acogida para los familiares de presos de otros lugares, especialmente de Menorca.

Los voluntarios no prestan servicios sanitarios. Para prestar otras atenciones deben contar con la autorización del personal de enfermería.