La Platja de Palma se llenó de ciudadanos y turistas que aprovecharon el buen día. Foto: SERGE CASES
Calor, sol, poco viento, bochorno. Estamos en verano y, si hace una semana parecía que volvía el invierno, el buen tiempo de ayer nos recordó que estamos de lleno en el estío. Por eso, muchos ciudadanos acompañaron a los turistas en las playas de la Isla, dejándose seducir por la arena y la sal de las numerosas calas de Mallorca. Nadie se acordaba del mal tiempo. Todos estaban tostándose al sol, bajo las sombrillas o disfrutando del agua. Valía la pena acercarse hasta una playa, ya fuera grande o pequeña, de arena o de piedra. De esta manera, los bañistas pudieron conservar el moreno logrado a base de esfuerzo, aumentarlo o empezar a broncearse de cero. Las cremas solares también tuvieron un papel destacado ya que, el poderoso sol que caía, obligaba a guarecerse de los rayos uva. Algún que otro turista, sin embargo, se olvidó de untarse y terminó la jornada luciendo un moreno gamba bastante considerable que, probablemente, le impidió dormir durante la noche.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.