TW
0

¿Podría hacerse en Mallorca una casa del estilo de la mundialmente conocida «Fallingwater», diseñada en Estado Unidos por el arquitecto famoso Frank Lloyd-Wright? En el campo, posiblemente no. La Ley de Suelo Rústico, aprobada durante el primer mandato de Jaume Matas, fija una normativa clara y precisa que obliga a que las viviendas unifamiliares que existen en suelo rústico respeten la tipología tradicional mallorquina, al menos en los acabados externos de los edificios.

«Fallingwater» se inserta a la perfección en el paisaje para el que fue diseñada, pero posiblemente sería un disparate arquitectónico en plena Serra de Tramuntana. Sin ir tan lejos, tampoco una casa tradicional ibicenca lograría el permiso para poder ser construida en Mallorca, donde sus encaladas paredes chocarían tanto en la Serra como una estructura de hormigón.

Si alguno de los más famosos arquitectos del momento quisieran proyectarse una casa en Mallorca también deberían respetar la tipología propia de la zona elegida. De hecho, varios arquitectos de renombre internacional, como Rafael Moneo, Francisco Saiz de Oiza o Jorn Utzon, han construido casas en Mallorca con un respeto escrupuloso al entorno. «Esta normativa no es un problema para los arquitectos -asegura Antoni Ramis, coordinador de la Comisión de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Turismo del Col.legi d'Arquitectes- ya que puede conservar la estética y diseñar el espacio interior siguiendo sus propios criterios».