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J.M.SASTRE/J.SOCIAS
Los pescadores aficionados de la Isla no dieron tregua araor y ayer, primer día tras el fin de la veda, salieron en bandada a la captura de este pescado, uno de los más apreciados y deseados por los paladares y también de los más caros del mercado.

El primer día de pesca se saldó con una mayoritaria satisfacción entre los pescadores. No en vano, regresaron a puerto habiendo conseguido entre 20 y 50 raors por persona, cifra máxima permitida por la Conselleria d'Agricultura. Los pescadores además celebraron el tamaño de los ejemplares ya que «el año pasado los primeros días eran muy pequeños», explicaron. Los aficionados a esta pesca recreativa aprueban la prohibición de la captura deraor por los beneficios que a la postre consiguen aunque algunos lamentaron que «no se controle más a las barcas de arrastre que no respetan la veda».

Mucha afición
Centenares de llaüts, botes, lanchas y yates, salieron a primera hora de la mañana desde muchos puertos sobretodo de la zona sudeste de Mallorca y en dirección al Cap Blanc o la Costa de Manacor. En zonas como Cala Figuera muchas embarcaciones no pudieron salir por la mala mar. Sin embargo y como si de una carrera se tratara, la mayoría acudieron al lugar que cuenta con más prestigio para la pesca deraor: una franja de profundos arenales ubicada entre el Cap Salines y Cala Marmols.

A las siete de la mañana la mayoría de pescadores ya estaban en la zona elegida. Una vez en el lugar algunos se situaban en pesqueras conocidas donde en el pasado lograron buenas capturas. El método para conseguirlo iba desde las tradicionales señas terrestres como una caseta o el puig de Randa hasta los más sofisticados y modernos que usaron un detector GPS.

Aunque para capturar eraor los pescadores utilizaron gamba o gusano como cebo, en la mar como en todo cada maestro tiene su librillo y casi todos tienen otros trucos y secretos que, lógicamente, no quisieron desvelar.

Con las pesca deraor, también se consigue algún pedaç, arañas y las menos apreciadas y casi molestas gallinas de mar.

Ayer, en muchos hogares de Mallorca degustaron una exquisita cena a base de raors hechos con un poco de harina y apenas pasados por la sartén.