Bayón admite que ésta es todavía una cantidad «considerable»,
aunque se ha reducido bastante con respecto a la media de cambio
diario que se registraba el año pasado y que superaba los 4
millones de pesetas.
De hecho, estas cifras son significativas si se tiene en cuenta
que hace tres años y medio que el euro entró en circulación y tres
años que ni los comercios ni las entidades financieras, salvo el
Banco de España, están obligados a aceptar pesetas.
Según se pudo comprobar y explicó Bayón y algunos funcionarios
de la entidad, la mayoría de las personas que todavía pasan por la
calle de Sant Bartomeu, donde tiene la sede la institución, para
cambiar pesetas por euros son gente que ha encontrado dinero, que
han perdido un familiar mayor que tenía guardadas pesetas o
extranjeros que la última vez que volvieron al Estado español se
fueron a su país con pesetas y no han tenido oportunidad de
cambiarlas, sin pagar comisión, hasta ahora. De hecho, un
matrimonio que el pasado jueves se acercó al Banco de España cambió
unas 175.000 pesetas. Esta pareja aseguraba que una parte del
montante la han encontrado «en casa de mi madre, que ha fallecido y
lo tenía guardado», mientras que otra parte procede de un comercio
que tienen en propiedad y donde guardaban todavía pesetas.
Según Bayón, de estos casos y de extranjeros que se acercan para
cambiar pesetas por euros hay «unos veinte diarios», aunque en días
pasados hubo algún día en que el número de operaciones aumentó
hasta la treintena.
En todo caso, Bayón no cree que haya gente que cambie las
pesetas de forma escalonada para camuflar el dinero negro, ya que
aunque la entidad pide el DNI cuando se cambian más de 100.000
pesetas de golpe, el director del Banco de España dice que «lo
hacemos por sí cuando revisamos el cambio no ha estado bien hecho y
no sabemos cómo contactar con él. Si alguno piensa que es para
controlar el dinero negro está mal informado».
En general, el Banco de España calcula que en la actualidad hay
unos 1.880 millones de euros en billetes y monedas de pesetas que
todavía no han sido cambiados. Eso supone unos 370.000 millones de
pesetas repartidos por todo el Estado y el extranjero.
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