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El aprendizaje de música puede ser un excelente método para prevenir y atacar la pobreza, tal y como demostró Trueba en su película «El milagro de Candeal».

El profesor mallorquín Francisco Javier Ramonell viajó a Nicaragua para trabajar en un proyecto educativo del Colegio Pureza de Maria Providencia, en la carismática localidad de León. Este centro educativo tiene pertenece a las monjas de Madre Alberta.

Javier Ramonell estuvo durante un mes y medio trabajando intensamente, mano a mano, con los jóvenes y los educadores de este centro. «Se trataba de acercar la música a los alumnos. Darles a entender que el canto puede ocupar su tiempo libre, un tiempo que los que no tienen ocupación alguna se dedican a estar en la calle, con los consiguientes problemas que ello conlleva. Las clases acaban aquí pronto y la tarde queda libre. Se trataba de realizar un proyecto para que los alumnos -de 12 a 16 años- se queden en la escuela más tiempo. La música es ideal: educa y además entretiene. Me dediqué a formar a los educadores, y establecer un poco las pautas a seguir».

Ramonell declara sentirse muy satisfecho con la experiencia, pero considera que «es difícil inculcar el canto entre los estudiantes de aquí, porque no tienen ningún tipo de formación previa, ya que en la escuela la disciplina de música no se imparte de forma continuada. Durante estos días hemos también dado clases de guitarra, que han tenido una gran aceptación, ya que a los jóvenes les encanta el folklore». Las monjas de Madre Alberta tiene en Nicaragua dos escuelas en León y dos en Managua, desde donde se realizan labores sociales muy importantes.

«Poder participar en un proyecto de estas características siempre impresiona. La escuela en Nicaragua es un lugar protegido, un lugar donde puedes hacer cosas constructivas. La gente se siente protegido en un centro educativo. La calle es mucho más dura y difícil. Es preciso que los niños pasen más tiempo en las aulas, fomentando así su preparación y su interés por la cultura». Ramonell estuvo también participando en catequesis y acercándose, de esta forma, a la gente. «Me impactó de forma especial cómo se celebra el día de la gritería», una ofrenda a la Virgen.