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El Rey don Juan Carlos recibió ayer en el palacio de Marivent al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que probablemente será el último acto oficial de Su Majestad en la Isla durante estas vacaciones. Como es habitual en este segundo despacho, el presidente del Gobierno no quiso hacer declaraciones, a la espera de que comience el curso político con la anunciada reunión que mantendrá con el presidente del PP, Mariano Rajoy.

El despacho debía iniciarse a las ocho de la tarde, pero el presidente no llegó hasta pasados quince minutos. Lo hizo en coche y no en helicóptero, lo que hace pensar que Zapatero llegó a la Isla antes de la prevista reunión con el Monarca. Zapatero ascendió la ligera cuesta que conduce hasta la escalinata del palacio acompañado por el secretario de la Casa del Rey, Ricardo Díez-Hochtleiner. A pocos metros de distancia se encontraba el delegado del Gobierno en las Islas, Ramon Socias.

El Rey recibió al presidente a las puertas del palacio y ambos conversaron unos minutos antes de dirigirse a la residencia veraniega de los Reyes. El despacho duró algo menos de una hora, de forma que a las nueve y media de la noche ambos estaban dispuestos para comenzar la cena que los reyes ofrecieron al presidente del Gobierno y a su esposa, Sonsoles Espinosa.

La esposa del president acudió a Marivent con un espectacular vestido rojo hasta los pies, con tejido de gasa sobrepuesta con forma de pequeños volantes. Portaba un bolso rojo a juego con el vestido y un pequeño echarpe.

La Reina eligió un conjunto muy elegante compuesto de camisa blanca de inspiración étnica y falda negra plisada con adornos en plata que le hacían juego con el collar largo de plata de doble vuelta.

La cena consistió en crema fría de aguacate con juliana de bogavante, lomitos de salmonete a las finas hierbas, tatin de tomate con queso de cabra, ensalada mixta y gratinado de frutas rojas con crema. Los vinos: un blanco mallorquín, tinto de La Rioja y cava catalán.