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LL. LORENZO
El valor de las importaciones de productos chinos a Balears ha crecido un 34,31 por ciento durante el primer cuatrimestre de este año respeto el mismo periodo del año anterior. Así se extrae de los datos extraídos ayer de las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación del Estado español.

En concreto, durante los primeros cuatro meses de este año, hasta el mes de abril, se han importado a Balears 2.620 toneladas de productos chinos para un valor de 9,11 millones de euros. De hecho, la China se ha consolidado como el décimo país que más exporta a Balears, en millones de euros, y, de seguir al ritmo actual sus ventas superarían pronto a las importaciones que las Islas hacen desde Singapur (10,101 millones hasta abril) y desde Suecia (12,435 millones) en el primer cuatrimestre.

Igualmente, si el incremento del valor de las importaciones con respecto al mismo periodo del año anterior ya es notorio, con respecto a años anteriores ha sido expectacular. Precisamente, en 2001 el valor de los productos importados de la China durante el primer cuatrimestre fue de 4,041 millones. Es decir, desde entonces el valor de las importaciones realizadas desde el gigante asiático se han duplicado. Además, entonces no era el décimo país que más exportaba a Balears, sino que ocupaba la puesto diecisiete.

Ya si nos remontamos al valor de las importaciones del primer cuatrimestre de 1999, la diferencia es mayor, ya que la cuantía ascendía hasta los 3,73 millones de euros, poco más de una tercera parte del valor de las mercancías que se han importado este año. En definitiva, las importanciones realizadas desde la China han registrado un incremento notable durante en los últimos seis años. Sin embargo, esta realidad coincide con otros datos que pueden ser muy explicativas.

Por una parte, desde el 1 de enero de 2002 la población china en las Islas casi se ha triplicado, ya que ha pasado de suponer 951 ciudadanos empadronados a sumar a un colectivo de 2.535 personas. Este incremento ha ido en paralelo a la apertura de negocios ajenos a la restauración, sector al cual se habían dedicado exclusivamente. De hecho, Pimeco ha detectado una expansión de empresarios de esta nacionalidad en los subsectores de la ropa, el calzado, la alimentación, y un inicio de actividad en la venta de bisutería y mobiliario.