Amor por la música

Y es que Tomeu Estaràs y Genia Tobin se conocieron cuando tenían 17 años. Él lleva 46 años en el mundo de la música y ella 35. Genia llegó al grupo Els Valldemossa para tres meses, pues luego tenía una beca para ir a Viena a estudiar canto, aunque nunca cogió ese avión. ¿El motivo? pues que se enamoró de Tomeu, y de qué manera. Quedó alucinada con su habilidad tocando la flauta, y desde entonces no se ha separado de él. «Tenía una buena flauta -sonríe Genia-, es la verdad». Se les ve una pareja compenetrada y muy feliz.

Mañana por la noche, en el Castell de Bellver, Tomeu y Genia presentan Quand tu sonneras, je chanterai», un CD con 14 temas. Dos de las canciones son inéditas y sonarán en varios idiomas como portugués, francés e inglés.

Gran momento
Sobre el escenario veremos al matrimonio en uno de sus mejores momentos profesionales y personales, pues están en una de sus mejores temporadas. No paran, son constantes y cuentan con un numeroso y fiel público. Tras el verano comienzan los cruceros, entre noviembre y marzo del próximo año, estarán en lujosos barcos. Además, entre y entre realizan promociones con el Govern por distintos países. Ambos han viajado por todo el mundo y a lugares donde muchos comenzarían una nueva vida, pero los dos coinciden en que el mejor sitio para vivir es Valldemossa, aunque a Genia no le importaría irse una temporada a Sidney (Australia) o a Bora Bora, donde a Tomeu sí le gustaría retirarse algún día. Sus tres hijas viven de manera diferente el mundo de la música, precisamente mañana podremos ver a la pequeña, Lara, en un tema que su madre canta junto a Tomeu Penya, pero en esta ocasión el cantautor de Vilafranca no podrá estar. Por su parte, Vanessa, la mayor, baila muy bien, pero está en los hoteles del Caribe coordinando las diversas animaciones, que es lo que a ella le gusta. En cuanto a Noel, le encanta el baile español, pero se dedica a otras cosas.

Sencillos y con un encanto especial, Tomeu y Genia no tienen manías o supersticiones de grandes estrellas, tan sólo tienen por costumbre no comer antes de una actuación. A Genia, que fue en su época juvenil campeona de Alemania de decatlón, le gusta practicar algo de deporte, aunque confiesa que lleva unos meses, desde la muerte de su madre, sin acudir al gimnasio, pero que ya siente la necesidad de comenzar de nuevo. Por el contrario, la mayor afición de Tomeu es ver el fútbol (es simpatizante del Barcelona) y se mantiene en forma con el trajín de las actuaciones y sus cosas.

Sus pasiones
Respecto a sus gustos gastronómicos, Genia se decanta por la comida oriental y cuanto más picante mejor. Tomeu elige la cocina mallorquina, en especial un bon suc de taronja. Tomeu Estaràs cuenta con una envidiable colección de más de 300 flautas, aunque mantiene un cariño especial por la que le regaló el pintor Coll Bardolet, con quien guarda una gran amistad.

Genia, quien pone de manifiesto la elegancia sobre el escenario, asegura que no tiene ninguna firma ni modista que le facilite los vestidos. «Ya quisiera yo -añade- tener una firma que me pusiera los vestidos para actuar, porque me gasto una fortuna».

De sus múltiples viajes siempre han traído diversos recuerdos o souvenirs, tantos que han hecho una reforma en casa, y eso que no han colocado todos, pero tienen como para hacer un museo. Especialmente cuadros, pues son tantas las pinturas que tienen de los amigos, que poseen una interesante colección.

Por cierto, y hablando de amigos, Genia y Tomeu quieren mostrar su agradecimiento a quienes han colaborado en este nuevo trabajo, que será presentado a partir de las 21.30 horas, mañana en el patio de armas del Castell de Bellver.

Tomeu Penya, Alberto Cortez, la Coral Universitaria, la Coral Jove de Juventuts musicals, Concha Oliver y Joan Company son algunos de los profesionales que han participado en el CD «Quand tu sonneras, je chanterai», sin duda, un nuevo trabajo musical hecho desde la veteranía y el cariño de dos inigualables cantantes y músicos de ca nostra, la «gran» flauta de Tomeu y la voz de Genia, que podrán ser disfrutadas por todo el mundo.

Julián Aguirre
(texto y fotos)