El portaaviones nuclear norteamericano Theodore Roosevelt quedó
ayer fondeado en la bahía de Palma, donde permanecerá hasta el
próximo sábado, en el transcurso de un ejercicio conjunto con la
Armada española. Así, esta visita coincide con la primera escala en
Palma de la fragata española Àlvaro de Bazán, pionera unidad de la
serie F-100 que visita el puerto de Palma, la cual se ha
constituido como su buque de escolta durante las maniobras navales
realizadas con la Armada. A bordo del portaaviones tuvo lugar por
la tarde un cóctel ofrecido a las autoridades, que contó con la
presencia del conseller d'Interior, José María Rodríguez, y la
teniente de alcalde de Palma Francisca Bennàssar.
José María Rodríguez agradeció, en un discurso, la presencia del
«Roosevelt» en Palma, y el almirante Sandy Winnefeld aseguró que la
tripulación estaba encantada de estar en esta ciudad. En torno al
portaaviones se ha establecido un radio de seguridad de medio
kilómetro por debajo del cual no puede acercarse ninguna
embarcación. La Guardia Civil se encarga de alejar a todos los que
intentan acercarse.
Horas antes, refiriéndose a la presencia del coloso atómico en
Mallorca, el portavoz del Govern balear, Joan Flaquer, afirmó que
el Ejecutivo autonómico «abre sus brazos» para recibir al
portaaviones nuclear estadounidense «Theodore Roosevelt», pese a
las críticas realizadas por la organización ecologista Greenpeace
por el fondeo del buque en la bahía de Palma. Flaquer expresó la
satisfacción del Govern por la llegada del buque estadounidense y
por los efectos beneficiosos para el comercio de la Isla que puede
tener la presencia del portaaviones en Palma. El portavoz del
Ejecutivo autonómico señaló que carecía de información sobre el
tipo de energía que propulsa al barco, pero indicó que el Govern
quiere dar la bienvenida a este tipo de embarcaciones, siempre que
cumplan con las prescripciones de fondeo del puerto.
Asimismo, expresó el deseo del Ejecutivo balear de que las
escalas de los buques de guerra estadounidenses vuelvan a ser tan
frecuentes como hace unos años, en los que, según sostuvo, buena
parte de la oferta complementaria vivía de estas visitas. El
almirante de la marina estadounidense Sandhy Winnefeld destacó, por
su parte, la colaboración establecida con la Armada española con la
incorporación de la fragata «Àlvaro de Bazán» al grupo del
portaaviones nuclear «Theodore Roosevelt». Tras mantener una
reunión con el presidente del Govern, Jaume Matas, Winnefeld
informó en rueda de prensa de que el barco, que transporta a unos
5.000 soldados de la marina estadounidense, permanecerá en aguas de
la bahía de Palma hasta el próximo sábado, aunque no precisó su
próximo destino por motivos de seguridad.
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