Matas, en el salón de plenos del Parlament, en un momento de su intervención en el debate de política autonómica. Foto: PERE BOTA

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Culminación de las políticas anunciadas y en marcha. Este fue el eje del discurso del president, no exento de algunas y tímidas críticas al Gobierno central y a la gestión del Govern del Pacte de Progrés. «Este es un Govern de gestión, entre otras razones porque gestionar bien es la obligación de cualquier gobierno», recalcó Matas. El president defendió que su gobierno ha recuperado «el diálogo y ha involucrado a la sociedad en los fines perseguidos por el Govern». «Esta complicidad entre los poderes públicos y la sociedad es un principio esencial para el Govern de las complejas sociedades modernas y plurales», dijo.

Al principio de su discurso, Matas elogió la capacidad de su Govern en recuperar la capacidad económica tras la herencia recibida. Para conseguir este objetivo, el president subrayó que su gabinete ha restaurado la confianza en los agentes económicos y sociales, además de actuar con energía en aquellos puntos neurálgicos de «una demanda turística que había iniciado un proceso de deserción de la destinación balear». Para Matas, el diálogo entre instituciones también se ha recuperado. «Nunca se había conseguido, como ahora, este clima de concordia y cooperación institucional», sentenció el president.

Además, Matas aseguró que su Ejecutivo ha retomado «la unidad de acción y la coordinación de funciones». «No hay consellerías-taifas, ni protagonismos personales, ni discursos contradictorios, ni rivalidades entre las diferentes áreas gubernamentales», aclaró. En cambio, Matas advirtió que no aprovecharía su discurso para atacar al Gobierno central «para no caer en la tentación fácil de hacer sangre en la herida contra el PSOE porque creo que es un recurso fácil».