La planta hotelera mallorquina ha aumentado en el período 2003-2005
en 5.117 plazas, mientras que la evolución del número de plazas de
bares, cafeterías y restaurantes (oferta complementaria) ha tenido
un crecimiento muy superior, que en el conjunto de las Islas está
cifrado en más de un 90 por ciento en el acumulado 1999-2004.
El conseller de Turisme, Joan Flaquer, afirma que en estos tres
últimos años, «ha habido un cambio en el crecimiento de plazas,
debido fundamentalmente a la normativa vigente en la Ley General
Turística, ya que dificulta el crecimiento de la oferta de
alojamiento en Mallorca y resto de islas por las medidas de control
que hay y por las exigencia de los intercambios de plazas obsoletas
por nuevas. Nunca hemos buscado el crecimiento cero, sino la
sustitución de plazas antiguas y desfasadas en el mercado por otras
de nueva construcción de cuatro y cinco estrellas».
Flaquer añade que por el contrario, mientras ha habido una
contención en la oferta de alojamiento, «la cifra de plazas de
oferta complementaria en Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera ha
registrado un aumento considerable y hasta preocupante, por lo que
ello debe hacer reflexionar al Govern, patronales y empresarios el
camino a seguir con la oferta complementaria. Esta oferta está
centrando todas sus críticas sobre el impacto del todo incluido,
pero está claro que está sobredimensionada, por lo que habrá que
aplicar medidas de control en su crecimiento como se ha hecho en la
oferta hotelera».
Estadística
Así, el número de plazas de bares en las Islas ha crecido más de un
90 por ciento en el período comprendido entre 1999 y 2003, al haber
pasado de 42.548 a 77.996, mientras que en este tiempo la oferta de
alojamiento ha aumentado en 11.939 plazas, al pasar de las 406.876
de 1999 a las 418.085 que había registradas en la Consellería de
Turisme a finales de 2003 en las cuatro islas.
Desde Turisme puntualizan que ante las críticas que se han
realizado por parte de las asociaciones de restauración de PIMEM y
CAEB contra la oferta del «todo incluido», el problema radica en
que hay un exceso de oferta en el segmento de bares, el cual debe
ser controlado.
La Federación Hotelera de Mallorca, respecto a esta dispar
evolución, afirma que el crecimiento de la oferta hotelera «ha sido
racional y con unos criterios de sostenibilidad, mientras que la
oferta complementaria ha aumentado su oferta de forma cuántica,
distorsionando todo el mercado y sin control alguno en las zonas
turísticas de la Isla».
Y desde Turisme afirman que al contrario del sector hotelero,
«desde la oferta complementaria no ha habido una demanda real para
controlarla, de ahí que esté sobredimensionada y teniendo más
problemas que nunca por el exceso de oferta. Esto va a
cambiar».
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