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«Supone un privilegio mandar esta fuerza naval entre cuyos propósitos destaca el diálogo Mediterráneo», indicó ayer el contralmirante Teodoro López Calderón, a bordo de la fragata Almirante Juan de Borbón con motivo de la estancia del Segundo Grupo Marítimo de la Fuerza Permanente de Respuesta de la OTAN en Palma.

En este sentido y como jefe de la flota que aglutina 1.559 ejectivos, un diez por ciento mujeres, destacó que entre sus multiples objetivos, está destinada como misión principal a la lucha contra el terrorismo internacional, función que combina con el establecimiento de un contacto permamente para lograr una confianza mútua con los países del Norte de Africa. Para ello se ha establecido un programa de visitas a países como Marruecos, Argelia, o Túnez con quienes se han establecido seminarios y conferencias e incluso se ha invitado a ocho oficiales argelinos a participar como observadores en el ejercicio aliado. Tambien se realizan ejercicios conjuntos con la Marina rusa, algo impensable años atrás.

En opinión de López Calderón las necesidades en la Defensa naval han sufrido en los últimos años una radical transformación fundamentada en el factor de riesgo litoral. Así, las diferente Marinas aliadas ya no se plantean por el momento el clásico escenario de una batalla naval en mar abierto. En este sentido, el ataque aéreo o con misiles desde tierra a nivel costero es hoy por hoy la mayor amenaza existente y por ello se han diseñado buques como esta avanzada fragata española como parte de una serie de cinco unidades que son la únicas en Europa que poseen el sofisticado sistema Aegis, que permite ubicar e identificar a múltiples blancos a la vez.