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Las aulas del colegio San Vicente de Paúl, de la palmesana barriada de la Soledad, se llenaron ayer de tradición con motivo de la Revetla de les Verges. Los 275 alumnos realizaron a lo largo de toda la jornada diversos trabajos relaccionados con el delicioso buñuelo; desde su historia hasta cómo realizar una bunyolada. Los niños y niñas dedicaron toda su atención a pintar dibujos donde los buñuelos protagonizaban el trazado de rotuladores y lápices de colores.

De casa, la gran mayoría trajo redactada la receta de cómo hacer unos ricos bu- ñuelos. Coincidiendo en todos los ingredientes básicos algunos muestran distintas maneras de elaborarlos.

De lo que no cabe duda es de que aunque en los pueblos de Mallorca se celebra con pequeñas variaciones, no falta el vino dulce y los grupos de «tunos» compuestos por jóvenes cantando a las chicas, quienes los compensan con buñuelos, vino dulce y golosinas.

Por otro lado, quienes ayer hicieron la masa, pusieron a hervir el aceite y dieron forma a los ricos buñuelos en el colegio de San Vicente de Paúl, fueron precisamente dos ex alumnas que desde hace tres años hacen cientos de buñuelos para todos los profesores y alumnos. Ayer hicieron 25 kilos.

Marga y Cristina eran alumnas del colegio y su madre, Àngela, les ha enseñado la tradicional receta para que los buñuelos tengan el sabor crujiente y delicioso que ayer los más pequeños degustaron. Todos repitieron hasta cinco veces y es que se repartieron bolsas de buñuelos para todos ellos tras observar con detenimiento cómo se elaboraban.

Incluso los nuevos alumnos que son inmigrantes acogieron esta tradición con gran interés.

La nueva generación sabe y guarda con cariño una de las más antiguas tradiciones de la Isla.

Julián Aguirre
(texto y foto)