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La tradición de las Vírgenes, que se recuerda desde antiguo en Mallorca, no ha perdido valor en la Part Forana. La mayoría de pueblos sigue celebrando hoy una fiesta que empezó la madrugada de ayer cuando los jóvenes partían a rondar a las «vírgenes» o en su defecto a las jóvenes de sus pueblos. Y es que a pesar de que los tiempos han cambiado y la tradición no se respeta estrictamente, todavía se conserva el encanto de las serenatas, la víspera del Dia de les Verges. También manda la tradición que al acabar las serenatas los jóvenes sean invitados por las chicas a comer deliciosos buñuelos y de ahí que desde ayer las mejores buñoleras de Mallorca trabajen a destajo para tener el mayor número de dulces listos para la ocasión. Los dulces se cotizan a precios de manjar, que oscilan entre los 6 euros y los 10 el kilo. Incluso en algunas paradas puede subir un poco más. Todo depende de los artesanos.
La tradición de hacer los buñuelos da hasta para un récord Guinnes y es que la poblera Francisca Serra sueña con presentarse al certamen como la más rápida haciendo los dulces. Elabora, todo hay que decirlo sin perder calidad, ni más ni menos que 720 buñuelos en un cuarto de hora. ¿Que cómo lo hace? El secreto está en la masa, pues Francisca Banyeta de malnom, elabora una masa muy líquida que le permite dar forma a 60 buñuelos sin tener que mojarse la mano en agua. Aún así le salen perfectos, uniformes, muy sabrosos y con el correspondiente agujerito.
Hoy, Dia de les Verges, Francisca Serra tiene previsto hacer hasta 110 kilos de buñuelos en sólo una mañana. Su fama es tal que la contratan para fiestas en eventos especiales como el Dijous Bo de Inca. Para colmo, Francisca domina todas las artes de la payesía. Es marjalera, matancera, carnicera, cocinera y buñolera.
Pero el arte de hacer buñuelos no es exclusivo de sa Pobla, hay expertos repartidos por prácticamente todos los municipios de Mallorca y la mayoría acuden a los mercados semanales para vender los dulces, exquisitos al paladar de los extranjeros que hacen cola en sus puestos semanales para probar el conocido buñuelo.
Así, por ejemplo, es conocida en Llubí Francisca Ramis que vende sus buñuelos en el mercado de Sineu y en el Dijous Bo de Inca. La receta de Francisca tiene sus propios secretos, que no quiere revelar, pero lo cierto es que sea como sea los buñuelos están buenísimos.
En Alcúdia, Cefe Sampedro, del bar Llabrés, vende cada martes y domingo sus excelentes buñuelos en el mercado. Le enseñó a hacerlos su suegra hace doce años y desde entonces disfruta preparándolos, especialmente por las Vírgenes, cuando monta un puesto especial en la plaza. Dice que el secreto no es sólo una buena masa sino también la manera de freírlos «todo tiene que estar en su punto para que salgan bien». Le ayudan Juana Mari y Pilar preparando la masa y despachando los dulces.
En el Port d'Alcúdia es María Serra, del Forn Serra, una de las más conocidas buñoleras. Los prepara desde la víspera del día de las vírgenes hasta el día de Todos los Santos, cada domingo. Aprendió la receta de su madre y le salen muy gustosos.
En Santa Maria, la reina de los buñuelos es Josefina Bonet que hace tantos años que elabora los buñuelos que no recuerda ni exactamente cuándo empezó. Los vende cada domingo desde la víspera de las vírgenes hasta el mes de abril. «El secreto es poner más patata que harina», nos cuenta.
En Manacor, la tradición sigue muy viva y en esta época se pueden encontrar más de seis puntos de venta en diferentes calles de la localidad. El mal tiempo ha impedido a algunos salir a hacer buñuelos pero afortunadamente el día más señalado todos han estado al pie del cañón.
Maria Cabrer comentaba que una hermana suya la había animado. Sin comerlo ni beberlo ya lleva más de 30 años vendiendo estos dulces. Explicó que hace unos años «incluso a finales de agosto empezaban a venderse los buñuelos y hasta pasada Navidad. Ahora la temporada es más corta».

Redacción Part Forana