Ina Martínez, Antoni Riera, Francesc Miralles, Miguel Ángel Fornés, ayer en la presentación del estudio.Foto: P. BOTA

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RUIZ COLLADO/OLGA QUINTANILLA
El 22 por ciento de los hoteles de Balears son de baja categoría, disponen de unas instalaciones obsoletas (los edificios tienen una edad media de 40 años) y son los más estacionales, según el estudio «Análisis de la oferta hotelera balear», elaborado por el Centre de Recerca Econòmica (CRE) de Sa Nostra y la UIB, en colaboración con la Agrupació de Cadenes Hoteleres de Balears.

El director del CRE, Antoni Riera, señalaba ayer en la presentación del estudio que es necesario acometer una reconversión de la planta hotelera, en concreto en los establecimientos de categoría baja y en explotación desde los años 60, sin especificar la cantidad de hoteles que están englobados en este segmento.

Para el presidente de la Agrupació de Cadenes Hoteleres, Francesc Miralles, la mayor parte de estos hoteles anticuados son independientes y con unos ratios de rentabilidad que ha bajado en los últimos cinco años, «lo que dificulta que los empresarios turísticos puedan reinvertir en mejorar y modernizar sus establecimientos, ya que el descenso de la rentabilidad se ha producido por la escalada de precios a la baja que ha imperado en estos años».

El estudio se ha realizado sobre una muestra de 1.330 establecimientos hoteleros de las Islas, que suman 312.802 plazas de alojamiento, de los que un 80'5 por ciento corresponden a hoteles de entre tres y cinco estrellas, entre los que destacan los de tres estrellas Oro, que representan un 54 por ciento del total de la oferta, con un 37 por ciento de los establecimientos.

La radiografía de la oferta hotelera refleja que la antigüedad mediana de los establecimientos es de 32 años y que su última reforma se realizó hace sólo cuatro años. Al respecto, Miralles puntualizó que «si este estudio lo hubiéramos hecho hace cinco años los resultados hubieran sido más desfavorables, ya que muchos establecimientos han realizado reformas en este período», dijo. Asimismo, reconoció que la «foto» de los próximos año se puede agravar por la baja rentabilidad, «lo que impedirá que se modernicen hoteles».

Reconoció que existe una sobreoferta hotelera y que urge transformarla en plazas residenciales, «pero el Govern no ha autorizado todavía este proceso».

En opinión del director del CRE, Antoni Riera, el sector hotelero balear debe acometer un proceso de renovación para incorporar más y mejores servicios exclusivos y deportivos, con el fin de hacer frente a una demanda «plural y especializada», así como para contrarrestar un cierto grado de «obsolescencia» de los establecimientos del archipiélago.

El conseller de Turisme, Joan Flaquer, en declaraciones a la agencia Efe, aseguró ayer que «el proceso de modernización» de la planta hotelera balear «está abierto desde hace años» y destacó que es «imparable y no acaba nunca».

Y no consideró que el actual sea un momento en que la mejora de los hoteles sea una necesidad especialmente acuciante, «los esfuerzos de modernización y diversificación han de ser constantes», afirmó.