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La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha anulado una sanción de 6.000 euros impuesta por la Conselleria d'Treball i Formacio del Govern a la empresa Emaya por una supuesta conducta ilícita en materia de seguridad laboral. Un trabajador de Emaya sufrió la amputación de dos dedos de la mano derecha cuando realizaba tareas de reparación en la estación impulsora de alcantarillado en el Portixol. El operario perdió el equilibrio, «precipando su mano derecha entre las palas del ventilador, que carecía de protección alguna que impidiera el atrapamiento de las extremidades superiores del trabajador», según el acta de infracción abierta por Treball.

Los magistrados anularon la sanción al estimar las alegaciones de la empresa, que atribuyó el origen del accidente «en una conducta imprudente mantenida por el trabajador, imprudencia que se veía agravada por el dato de la acreditada experiencia laboral que éste disponía en la tipología de funciones en cuya órbita se produjo el daño».

Y añaden: «Y luego, por la circunstancia de que el local donde estaba situado el grupo electrógeno -correspondiente a la estación impulsora del alcantarillado de Portixol- existía un cartel que, con absoluta precisión, indicaba la necesidad de manipular el motor del mismo una vez qu se hubiese situado el selector en la posición de paro y se hubiese desconectado el borne de la batería». Contra la decisión del TSJB no cabe recurso ordinario.