Para el párroco ibicenco, el «Stan» ha acrecentado los problemas que tenía el país. Foto: CLICK

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Vayas adonde vayas, por muy alejado que sea, siempre te encontrarás con gente de Balears. Y Guatemala no ha sido la excepción. En dicho país, pegadito al lago Atitlan, está la ciudad de Panajachel, al frente de cuya parroquia católica está el padre Planells, ibicenco de pura cepa, aunque desde hace 25 años da vueltas por medio mundo.

«Me ha llamado la atención -le digo- ver muchísimas iglesias evangelistas en este país. En Santiago Atitlano, ahí cerquita, hay mas de 50». «Tal vez no tantas, pero sí, las hay. Muchas -dice el cura sentado en el sillón de su casa, a la vera del templo-. Y es que esto está completamente dominado por Estados Unidos, tanto que antes de tomar cualquier decisión la consultan a ver si es de su agrado o no. Y gracias a los evangelistas y al miedo que metió en el cuerpo a través de un plan antiterrorista, Bush ha ganado unas elecciones».

Para el padre Planells, está claro que los evangelistas, o evangélicos, «están jugando con la ignorancia de la mayoría de la gente que vive aquí, a quienes, además, les cobran el diezmo». Comenta que días atrás, visitando una de sus capillas esparcidas en el muncipio, «me encontré con que había aparecido un nuevo templo evangélico... ¡para dos familias! Y es que, ¿sabe?, aquí a quien dice que quiere ser pastor, auntomáticamente se le paga la capilla».

Pedro Prieto