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El Rey presenció ayer en aguas de la bahía de Palma una demostración naval de la Fuerza de Medidas Contraminas de la OTAN a cargo de la flotilla internacional que ha participado en el ejercicio Minex-06, al mando del comandante de la fuerza naval, capitán de navío Claudio Lago de Lanzos y Tomás, quien dirige las operaciones desde el 19 de abril.

El Monarca embarcó por la mañana en el cazaminas Tambre presidiendo una tradicional revista naval con participación de diez unidades pertenecientes a seis países miembros de la Alianza Atlántica: España, Francia, Italia, Alemania, Grecia y Turquía. Cada una de estas naciones ha aportado sus mejores unidades especializadas en la guerra de minas a estas maniobras de carácter bianual, cuyo objetivo se fundamenta en adiestrar a las unidades con el propósito de mantener las aguas libres de la amenaza que suponen las minas, para permitir el tránsito seguro del tráfico marítimo civil. Asimismo pretende formar la capacidad específica para garantizar la libertad de acción en cualquier área geográfica y, especialmente, la de fuerzas navales operando en teatros litorales y escenarios costeros alejados del territorio nacional.

Al filo del mediodía la flota dispuesta en formación de columna puso proa al encuentro del cazaminas Tambre frente al que desfilaron en línea de fila, con las tripulaciones cubriendo candeleros. Como novedad y por vez primera, las dotaciones de cada nación representada efectuaron el saludo a la voz y, levantando sus gorras, rindieron honores al buque insignia, la corbeta Diana, con repetidos vivas a España, a bordo del cual acompañó a Su Majestad el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Sebastián Zaragoza Soto.

Finalizada la revista naval la flotilla formó un círculo en torno al navío insignia fondeado en su centro, al que se abarloaron otros buques e inició el ejercicio de caza de minas simuladas por artefactos inofensivos, que fueron recogidos al concluir el simulacro de la acción de combate.