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A.B/J.S/G.J/M.N./J.S. La normalidad fue la nota dominante de la jornada escolar de ayer. Centenares de alumnos empezaron un nuevo día con ilusiones renovadas, sonrisas o bien con lagrimas en los ojos. Para algunos era su primera vez. Para otros la vuelta al cole.

En la comarca de Manacor todos los alumnos de primaria cogieron la mochila y bien peinados se reencontraron con sus compañeros. Nuevas caras, nuevos profesores, nuevas aulas, nuevos libros y algunas lágrimas protagonizaran la jornada.

Los niños y niñas de dos pequeños pueblos como son Cas Concos y Calonge iban muy alegres, ya que estrenaban escuela. En Cas Concos, Felanitx, la comunidad educativa está formada por 72 alumnos y 10 profesores. Ahora todavía restan «algunos detalles» para que funcione al cien por cien, entonces será inaugurada oficialmente. En Calonge, Santanyí, en total son 65 alumnos, de los cuales 14 están en el aula de tres años, 23 en el aula de cuatro y cinco años, 14 que cursan primero y segundo de primaria y 13 que hacen tercer curso de primaria. Los próximos años se irán incorporando los cursos posteriores a medida que los pequeños se hagan mayores, de tal manera que el próximo curso ya habrá un cuarto de primaria.

En la escuela de Petra las clases también empezaron ayer con relativa normalidad, aunque les falte una aula prefabricada, que esperan que llegue para la semana que viene. Todos los niños y niñas estaban bien satisfechos con las maletas en la espalda, aunque se han tenido que repartir las aulas que tienen. Así, hay mobiliario por los pasillos que espera ser reorganizado cuando llegue el aula que esperan.

En la comarca de Inca también reinó la normalidad durante el primer día de colegio. Costitx y sa Pobla fueron los dos únicos pueblos de la comarca donde los alumnos estrenaron nuevo centro escolar, aunque en el caso de Costitx el primer día de curso se compartió con los obreros que ultimaban los detalles que quedan por hacer ya que en los pasillos aún se encontraba mobiliario que no se ha repartido por las clases.

En Sencelles, a pesar que los alumnos de quinto y sexto asisten a clases en aulas prefabricadas, todo funcionó a la perfección durante el primer día de clase al igual que en el colegio Llevant de Inca, donde los más pequeños no pudieron aguantar las lágrimas y los más mayores entraban felices en el centro con sus compañeros de clase.

El primer día de clase, el alcalde de Inca, Pere Rotger, aprovechó para visitar las obras de ampliación del colegio Ponent de la ciudad. El alcalde manifestó que «se ha puesto a disposición de la Conselleria d'Educació el solar necesario para ampliar el patio».

Las obras de ampliación de este centro son muy necesarias, al igual que en muchos colegios de la comarca, ya que para dar respuesta a la gran demanda de alumnos que ha aumentado en 110 alumnos aproximadamente se han doblado todas las aulas ya que se ha pasado de tres aulas de infantil a seis y de seis de primaria a doce. Además se ha construido un pequeño pabellón a modo de gimnasio para los días de lluvia. En Calvià, los alumnos del colegio Ses Quarterades iniciarán el curso el lunes por unas obras realizada para eliminar barreras arquitectónicas. El colegio de Casesnoves de Marratxí deberá esperar a octubre para albergar a los primeros alumnos, cuando las obras estarán finalizadas. De momento los escolares acuden asisten al colegio del Pont d'Inca a la espera del cambio de centro.