300 personas secundan la primera protesta contra Antich por Son Espases

A la concentración se sumaron dirigentes de segundo nivel del Bloc y también de las organizaciones juveniles de los partidos que lo forman, aunque el liderazgo de la protesta correspondió a Salvem la Real y a su portavoz, Aina Calafat, quien fue la primera en lanzar uno de los mensajes que los organizadores querían resaltar ayer: que quienes apoyen la construcción de Son Espases serán castigados en las urnas.

El PSOE fue, claramente, el principal destinatario de las críticas ya que los partidos del Bloc (PSM, EU y ERC) aún mantienen formalmente su oposición a que el hospital de referencia se construya junto a La Real. Calafat incidió ayer en que la zona donde está proyectada la infraestructura hospitalaria es inundable.

Durante la lectura del manifiesto se incidió especialmente en la necesidad de que la izquierda «cumpla sus promesas» y se recordaron las declaraciones de algunos dirigentes y cargos del PSOE en contra del hospital, por la operación especulativa que, decían, acompañaba a la adquisición de los terrenos próximos al monasterio de la Real.

El tono de la concentración, en la que se llegó a llamar «traidores» a los nuevos ocupantes del Consolat, fue tranquilo. En la concentración, entre otras personas, se dejaron ver José Benedicto, secretario general de CCOO; Miquel Àngel March, portavoz del GOB; la ex consellera de Medi Ambient del primer Govern del Pacte, Margalida Rosselló y, entre otros, Cecil Buele (ERC), Antoni Noguera (Jóvenes del PSM), Antoni Sancho (EU); Tomeu Carrió (ex concejal del PSM en Palma y actual secretario general de este partido en la capital balear); Jaume Sastre (Lobby per la Independència), y Carlos Zayas (Amigos de la Tierra).