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El 24 de septiembre se cumplen 100 días de la toma de posesión del nuevo equipo de gobierno del Ajuntament de Palma, que preside la socialista Aina Calvo y que está conformado por el PSOE, el Bloc y UM. Este equipo sustituye al que presidió la popular Catalina Cirer en el pasado mandato, y a pesar de algunas claras diferencias programáticas entre ambos, cabe reseñar que los dos comparten, entre otras importantes virtudes, algo esencial y muy positivo para la ciudad: una gran capacidad de trabajo.

Desde el pasado 16 de junio, el equipo de Calvo ha tomado ya decisiones importantes para el futuro de la ciudad, algunas de ellas bien valoradas, y otras, en cambio, no exentas de polémica. Además de los proyectos urbanísticos previstos o en estudio en la futura fachada marítima, en Son Busquets, en la calle Jacint Verdaguer o en 'Corea', cabe recordar además otras iniciativas.

Entre las decisiones positivas, cabe destacar que las entidades vecinales y la oposición vuelven a tener voz y voto en la Gerència d'Urbanisme. Igualmente, hay que resaltar la constitución de la Comissió Assessora de Festes Populars, y también que Cort y Govern acometerán un plan de rehabilitación integral de la barriada de Pere Garau, cuyas primeras actuaciones se iniciarían ya a mediados de 2008, así como la anunciada renovación de las tuberías de aguas residuales de Cala Major y Sant Agustí por parte de Emaya.

Entre las actuaciones más cuestionables, cabe citar, en cambio, los poco justificados cambios de opinión habidos en muy poco tiempo en torno a los Premis Ciutat de Palma en castellano o en la subvención de los libros de texto, que han denotado improvisación y una cierta falta de cohesión en el equipo de gobierno, así como la ambigüedad calculada a la hora de pronunciarse sobre la construcción del nuevo hospital de Son Dureta en el solar de Son Espases Vell, cuando el nuevo equipo de gobierno municipal ya sabe en estos momentos que el nuevo hospital se construirá allí.