En torno a 12.000 conductores profesionales de Balears deberán obtener la cualificación inicial y la formación continua que impone el real decreto emitido por el Gobierno en julio y que supondrá una inversión económica de 1'3 millones de euros al año en cursos de formación.
En total, unos 2.200 conductores isleños deberán recibir la nueva formación cada año, según explicó ayer el director gerente de Formación y Servicios de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Miguel Martínez de Lizarrondo.
Martínez dio a conocer estos datos durante la jornada «El futuro de la formación de los conductores profesionales», organizada por la Federación Empresarial Balear de Transportes en Palma y que fue inaugurada por el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicens.
Dicho decreto, que obliga a los conductores profesionales a obtener una certificado de aptitud profesional (CAP) compuesto por una formación inicial y una formación continua, afecta en torno a 600.000 personas en toda España y supondrá un gasto en formación de unos 100 millones de euros, ha asegurado el responsable de la CETM.
Son los conductores de autobuses y vehículos de transportes de mercancías a partir de 3.500 kilogramos de masa autorizada y, en el caso de Balears, se reparten entre unos 6.500 de mercancías, unos 2.700 de transporte privado y unos 2.800 de transporte de viajeros.
Un proceso de adaptación que Martínez ha considerado «positivo» pero que supondrá un esfuerzo adicional para el sector, tal y como señaló el conseller. Vicens expresó, por ello, que el Govern «dedicará todos los recursos humanos y económicos que hagan falta» para que se dé este cambio que, señaló, dará más competitividad al sector del transporte.
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