Pedro Horrach, llegando a la Audiencia, donde desde el pasado 9 de enero se celebra el juicio por la pieza 2 del caso Palma Arena. | Joan Torres

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En una clara alusión al capitán del Costa Concordia cuando se escudó en que cayó a una lancha salvavidas para alegar que su intención no era huir tras el hundimiento del crucero, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach ha ironizado en torno a la defensa desplegada por el expresidente del Govern Jaume Matas y el periodista Alemany durante el primer juicio del caso Palma Arena: «Ambos se cayeron en una lancha que, casualmente, pasaba por allí».

A lo largo de una elocuente intervención plagada de tajantes acusaciones, el representante del Ministerio Público ha cargado sin el más mínimo rodeo contra los dos principales acusados de la pieza número 2 de esta causa hasta el punto de considerar que «el ánimo de lucro» que se desprende de sus actuaciones «es tan evidente que podría calificarse de codicioso y avaricioso, por supuesto con cargo a los fondos públicos».

Durante la fase de exposición de los informes finales, en la que Horrach ha llegado a considerar a Matas como «un gran gestor», pero no precisamente del dinero público, sino «de su propia imagen», el fiscal ha centrado la segunda parte de su intervención en cómo el expresidente y el articulista se concertaron para que éste se beneficiara de una subvención de 272.243 euros para poner en marcha una agencia de noticias pese a que la aportación se utilizó en realidad para encubrir la creación de un diario digital afín al PP.

En este contexto, ha considerado que Alemany «era quien hace y deshace» y quien «se esconde tras la Agencia Balear de Noticias (ABN) a través de personas interpuestas como socios de la empresa». Y para ello, «busca la ayuda de Matas» a fin de que éste accediese a la petición de la subvención. «Matas sabía que a Alemany se le pagaba por la redacción de sus discursos y pese a ello accedió a apoyar económicamente el proyecto del periodista», a sabiendas de que éste «se mantenía oculto para evitar aparecer al frente de ABN», ha incidido.

Incluso, ha añadido, el exmandatario autonómico «ordenó hasta la cuantía económica con la que debía subvencionarse». Tal y como postula el Ministerio Fiscal, a cuyo informe se ha adherido la Abogacía de la Comunidad Autónoma, Alemany creó la empresa Libbal Comunidación -editora del digital Libertad Balear- «con los mismos socios, participaciones, infraestructura, muebles, ordenadores, vehículos y personas interpuestas» que ABN, a pesar de que el periodista defiende que se trata de empresas «hermanas».

«Yo iría algo más allá: todo es lo mismo e incluso ninguno de los exempleados ha sabido identificar si trabajaron para una o para otra», ha apostillado Horrach, quien, es más, ha aseverado que hay personas que «no desarrollaron labor alguna para ABN pero emitieron facturas contra esta empresa que luego fueron presentadas por Alemany para justificar la subvención del Govern». Una aportación de la que bebían ambos proyectos, ha remachado.

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«NADIE HA VISTO LOS REPORTAJES NI SE LES ESPERA»

En lo que se refiere a un contrato menor de 11.500 euros que el Ejecutivo balear concedió a Alemany para la redacción y publicación de diversos reportajes en la prensa deportiva nacional, y de los que no hay constancia alguna, el fiscal ha aseverado que «nadie ha visto los trabajos ni se les espera, ya que tan sólo existen en la imaginación de Alemany».

De hecho, Horrach ha puntualizado llevar cinco años analizando este tipo de contratos y «cuando no se halla el servicio es porque no ha sido realizado». Es más, ha recriminado que «la única excusa inventada» que se le ocurrió «sobre la marcha» al articulista para justificar este pago es que los reportajes versaban sobre náutica y sobre la Serra de Tramuntana, cuando todos estos temas «han sido objeto de tropecientos estudios por parte de organismos como el Ibatur y el Inestur».

Además, ha considerado «impensable que un periodista no esté pendiente de su trabajo si éste es publicado en prensa nacional», al tiempo que ha tildado de «ilógico» que estos trabajos le fuesen encargados precisamente a Alemany, cuando es «un columnista de opinión».

COMPARA LA «PRIMA» DE 11.500 EUROS CON LA DE VICENS A SU CONTABLE

Al hilo de lo anterior, el fiscal, quien en este juicio ejerce la acusación pública junto a Juan Carrau, ha recordado que ya existe una sentencia «idéntica» del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) y confirmada por el Tribunal Supremo, que hace referencia al exdirigente de UM Bartomeu Vicens, quien fue condenado por abonar con 12.000 euros a su contable particular por un informe plagiado de Internet. «Aunque el caso que nos ocupa es más grave porque en aquel se preocuparon de disimular que el trabajo se había presentado», ha incidido.

Es por todo ello que Horrach ha considerado que este contrato menor era en realidad «una prima económica, una propina, vaya, ordenada por Matas en favor de Alemany». Y una vez más, ha aseverado, por un tema relacionado con la comunicación, en la que el expresidente estaba «tan sensibilizado».