José María Ruiz Mateos, en una de las pocas comparecencias a las que se ha presentado. | Pere Bota

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El empresario jerezano José María Ruiz-Mateos, en busca y captura por orden de la jueza de Palma María Pascual por no comparecer el pasado viernes en el Juzgado de Instrucción nº 3, aseguró ayer en Madrid que la magistrada está haciendo el «ridículo» y ha reconocido que no tiene miedo a estar «entre rejas» porque ya «nada» le asusta.

Ruiz-Mateos ha lamentado que se le considere un «peligro para la sociedad» y ha criticado que la Justicia no quiera descubrir «la verdad». El empresario ha explicado que no acudió al juzgado palmesano por una lesión que sufre en un pie y que está dispuesto a comparecer ante la juez cuando así se le requiera, aunque no cree que vaya a servir para nada porque «todo es mentira».

«Voy a ir pero no va a servir para nada, parece que se trata de un asesinato», ha dicho.

Tras recordar que ha intentado ingresar en prisión de forma voluntaria hasta en cinco ocasiones y que se metería en la cárcel «si pudiera», Ruiz-Mateos ha afirmado que se siente «detenido siempre» y como si fuera culpable de un asesinato.

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Ruiz-Mateos ha insistido en que sigue buscando fórmulas para pagar a todos sus acreedores.

Por su parte, el portavoz del empresario, Ignacio Fernández Candela, negó que exista una orden de busca y captura y ha anunciado que Ruiz-Mateos acudirá a Palma en cuanto sea requerido.

La juez de Palma ha ordenado la busca y detención del empresario jerezano, del que considera que «no tiene derecho a reirse de la Justicia», por no comparecer el pasado viernes en su Juzgado, alegando una fractura en un pie, para declarar como imputado en una supuesta estafa en la venta de un hotel.

Según el auto, la juez reclama además su puesta a disposición judicial el próximo día 23 de agosto a las doce de la mañana.