En un comunicado, Orgull Llonguet ha dado a conocer su pañuelo amarillo santsebastianer. El lema de este año «es tan malo que que llega a ser bueno», esgrime el colectivo, que ironiza con que «algunos creerán que es un homenaje a los pirómanos de los contenedores». También añaden que «otros obsesionados con el color amarillo verán un claro sentido político, olvidando que somos amarillos desde 2014, y verán un mensaje subliminal de la voluntad de ceder Ciutat a quien torra» y que « otros que utilizan la expresión coloquial creerán que Palma es para los pesados». Sobre esto último, añaden que «es así, nos haremos pesados hasta que Ciutat sea para quien la habita».
Además, Orgull Llonguet ha querido reclamar más puestos para torrar: «Alrededor de las torradas hay vida autoorganizada de entidades, asociaciones de vecinos, colectivos, cofradías… por tanto, queremos más torradoras».
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