Padres e hijos, en el primer día de clase. | Teresa Ayuga

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Es el día más deseado por padres y madres y el más temido por sus hijos. Después de tres meses de «desmadre», como define un padre las vacaciones estivales, ambos fueron ayer los protagonistas del primer día de clase en los colegios de Mallorca en el tercer curso COVID. Uniformados o no pero todos con mascarillas protectoras, progenitores y alumnos volvieron a la rutina en medio de protocolos de seguridad sanitaria en un día de reencuentros, proyectos y sueños que sirven como piedra de toque para fijar objetivos en el nuevo curso escolar.

La de ayer fue una mañana bulliciosa, que contó la presencia de la Policía Local para controlar el tráfico en los ‘puntos calientes' donde se concentran más multitud de personas.

Margalida Bennàssar acudió, como todos los entrevistados de este reportaje, al colegio La Salle de Son Rapinya con su marido y sus dos hijas. «La vuelta al cole la llevamos bien, menos por los atascos de los coches a primera hora de la mañana. Conocerán los profesores, los espacios nuevos ya que aquí han construido clases nuevas. Está bien que las clases empiecen un viernes, así se adaptan. De todas maneras, hoy no harán nada», afirmó Bennàssar junto a su familia.

En este mismo sentido, Carlos Botán explicó a este periódico, junto a la puerta del colegio, que «el hecho de que el ‘cole' empiece un viernes me rompe. No lo veo claro por dos horas. Lo puedo entender en el caso de los recién llegados pero a los padres de los hijos más mayores no importa partirnos de esta manera. No sirve de nada».

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Al igual que muchos padres y madres, Carlos Gil se mostró aliviado. «Está muy bien que vuelvan a coger la rutina porque en verano se desmadran mucho. Tengo dos hijas de 10 y 12 años y es un poco follón, la verdad. Los horarios se descontrolan. ¿Volver a la rutina? perfecto. En cuanto a las medidas sanitarias del colegio estoy súper contento, está todo muy controlado. Estoy satisfecho y tranquilo. Ellas se han adaptado desde el minuto uno», confesó.

Reapertura

Por su parte, Fadua Draui, acompañada por sus dos hijas de 11 y 5 años respectivamente, comentó que «lo ideal sería que las clases empezaran el lunes pero, que le vamos a hacer, está bien. Los niños están muy contentos de empezar el cole y los padres también. Está súper bien todo. El verano lo hemos pasado juntos y ha ido fenomenal. Las medidas de seguridad son adecuadas, todo está muy controlado con las mascarillas, los padres están guardando las distancias de seguridad».

Milena Lopes calificó el día de ayer como «la reapertura, el momento de empezar la convivencia. La niña está un poco nerviosa pero yo estoy feliz (ríe). Dice que le da nervios ver a los nuevos amiguitos y los nuevos profesores. Los niños llevan las medidas de seguridad mejor que los adultos».

Sin duda, esta vez, el día uno de los escolares fue bastante similar al de los meses previos a la pandemia. Los protocolos siguen vigentes, pero es indiscutible que los más jóvenes de la casa son un buen ejemplo a seguir en cuanto a cumplir a rajatabla con las medidas sanitarias.