Hasta hace unos años, la administración de Justicia dispuso de una sala alquilada en la sede de la Escuela Balear de Administración Pública. Fue donde se celebraron juicios como el del ‘caso Nóos' o la ‘operación Kabul'. Sin embargo, la cesión caducó sin prórroga ni un espacio que lo sustituyera. Hasta la pandemia, la sala del jurado de la Audiencia, la más grande de todas, sirvió para paliar esa carencia. Sin embargo, ahora resulta insuficiente. Incluso se han llegado a celebrar juicios en tres salas de forma simultánea a través de videoconferencia. Sin embargo, se han priorizado asuntos con posibles conformidades.
La solución ha sido transformar dos salas de la planta baja de los juzgados de sa Gerreria en una única con un panel móvil para poderla dividir en dos. La obra, que lleva a cabo el Ministerio de Justicia, estará lista en el mes de noviembre y, a partir de ahí, ya se ha indicado a las secciones penales de la Audiencia que ya pueden señalar algunas de las vistas que tienen pendientes con un gran número de acusados. Eso, sí, para no interferir con el desarrollo de juicios en los juzgados de Sa Gerreria, que emplean esas salas casi cada día, los macro juicios deberán llevarse a cabo, de forma preferente, por las tardes.
En esa sede judicial hay ahora mismo 35 juzgados unipersonales, entre Primera Instancia, Social y Menores, cada uno con sus propios señalamientos y, además, el espacio de la macrosala, también se usa para celebrar las bodas del registro civil.
Entre los procesos que la Audiencia tiene en la cola de señalamientos a la espera de un espacio de este tipo está el ‘caso Cursach', con una treintena de acusados y otras tres piezas derivadas de esta causa. También aguardan fecha otros asuntos como el ‘caso Camí' en el que se sentarán en el banquillo media docena de acusados y para el que también se prevén jornadas largas.
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