Concentración de sanitarios con el médico agredido (en el centro, con mascarilla) en el PAC de Son Gotleu.

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«Ahora estoy un poco nervioso al estar aquí; me recuerda el acto violento», señaló el médico agredido el pasado martes en el PAC de Son Gotleu, que se está planteando dejar la profesión. La agresión es la gota que colma el vaso de un profesional vocacional que ya acusaba «las condiciones de explotación laboral». Este jueves mismo volvió al centro médico para firmar su baja laboral tras sufrir una agresión física y amenazas de muerte por parte del marido de una paciente a la que no pudo darle un parte de baja, tal y como exigía. El facultativo se encuentra ahora de baja por estrés tras saber que el agresor llevaba encima un machete de 13 centímetros. «Pido que funcione mejor la seguridad, que haya alguien que tenga en cuenta nuestras reclamaciones en la base de datos del IB-Salut. Llegan pero se quedan almacenadas y no pasa nada, solo es un número», dijo el facultativo, que advirtió que «en anteriores ocasiones he recibido agresiones verbales que llevaban amenazas de muerte implícitas».

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Este jueves a las doce de la mañana salió a la puerta del centro médico arropado por sus compañeros en el parón en protesta por los actos violentos en el PAC. Y mostró su agradecimiento por las muestras de solidaridad de todo el personal sanitario de la Isla. El médico, muy afectado por el ataque, recordó que «la mujer pidió una baja hospitalaria que no nos correspondía a nosotros atender porque era hospitalaria. No era mi competencia». La víctima recordó que llamó a seguridad para expulsar a la mujer por los gritos que profería y veinte minutos después apareció en la consulta el agresor, que le gritó «te voy a rajar y te voy a matar. Me voy a tomar la justicia por mi cuenta». Acto seguido, el agresor se tiró encima del médico y este consiguió reducirlo y sacarlo de la consulta. «Estaba más preocupado de no hacerle daño. A otros médicos les han quitado la licencia al tener un encontronazo con un paciente pese a actuar en defensa propia», lamentó. «No tengo ganas de volver a trabajar. Mi cerebro me está diciendo que me vaya de aquí», explicó el médico que ha vivido situaciones difíciles en la consulta de Son Gotleu. «He sufrido amenazas verbales de gente que pedía tranquilizantes para venderlos en el mercado negro pero yo me negaba a hacerles la receta».

Vulnerabilidad

Personal sanitario de Son Gotleu mostró su apoyo este jueves al médico agredido. «Aquí no se vive, se sobrevive», señaló una enfermera de este PAC, que alude a la «alta vulnerabilidad de los vecinos. Nos respetan porque vamos de blanco y nos conocen, pero no es fácil venir a trabajar aquí».
El personal sanitario afirmó que «llegamos a normalizar las agresiones verbales. Los médicos se van de aquí quemados, no hacemos milagros». Cargados de vocación y responsabilidad, intentan revertir las duras condiciones que se viven en Son Gotleu pero «al final, los sanitarios estamos aquí de paso».