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Siete personas han resultados heridas, una de ellas de carácter grave, aunque no se teme por su vida, al explotar esta medianoche un coche bomba a la altura de los números 12 y 14 de la calle Goya de Madrid, informó el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui. La persona que ha resultado con heridas de carácter grave es un guarda jurado y fue atendido en el lugar de la explosión de impactos de metralla en el rostro. La explosión ha causado graves destrozos en las fachadas de los edificios próximos a la explosión, un comercio, una farmacia y una sucursal del BBVA que ha resultado totalmente destrozada, según han indicado fuentes de los Bomberos.

Según las fuentes podría tratarse de un 'coche trampa', dado que previamente un comunicante desde un teléfono móvil, que dijo hablar en nombre de ETA, avisó de la existencia del coche bomba. La explosión se produjo en la calle Goya, junto Claudio Coello, en un momento de gran concurrencia por la zona, causando el pánico tanto entre el vecindario como entre los transeúntes. El presidente del Gobierno, José María Aznar, conoció la noticia de la explosión de un coche-bomba en Madrid cuando se trasladaba hasta el Palacio de La Moncloa después de regresar en avión desde Vitoria, donde participó en el cierre de la campaña electoral del PP en el País Vasco.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, pidió que los electores del País Vasco refuercen la democracia rechazando a los que están en connivencia con la violencia. Llamazares, que condenó enérgicamente el atentado perpetrado en Madrid, afirmó que ETA «quiere hacerse de nuevo presente en la campaña electoral, sin respetar ni siquiera la jornada de reflexión, demostrando su profundo desprecio por la democracia». «Los terroristas pretenden sembrar de dolor y luto al país por lo que hay que responderles votando de forma que salga reforzada la democracia y rechazando a los que están en connivencia con los asesinos», añadió.

Por otra parte, el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, advirtió ayer que, tras la ilegalización de Haika, el portavoz de EH, Arnaldo Otegi podría ser acusado de inductor a la comisión de un delito, por pedir a la organización juvenil que participara en algunos mítines de la campaña electoral vasca. A pesar de que Cardenal apuntó la posibilidad de que la ilegalización de Haika pueda conllevar la imputación a Otegi de incitar a cometer un delito, consideró que habría que estudiar la situación con más detenimiento.