Hernani amaneció ayer con varias pintadas en la calle contra Garzón.

Hernani amaneció ayer con varias pintadas en la calle contra Garzón.

EfeBilbao12/05/01 0:00
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El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, afirmó ayer que la coalición entre su partido y EA aceptará los resultados electorales del próximo domingo, «aunque no sean justos porque no lo son» en unas elecciones que, a su juicio, «no son democráticas» por la «desigualdad de medios tan brutal» habida y el «acoso» al nacionalismo. Arzalluz y la presidenta de EA, Begoña Errazti, precedieron en el uso de la palabra al candidato a la reelección como lehendakari por PNV-EA, Juan José Ibarretxe, en el multitudinario mitin de cierre de campaña de la coalición nacionalista, celebrado en Bilbao, en el que se escucharon constantes gritos en favor de la independencia y en contra de los medios de comunicación.

Durante su intervención en el acto, que contó con la presencia, entre otros, de representantes del nacionalismo catalán, gallego, mallorquín, valenciano y andaluz, Ibarretxe volvió a señalar que «con violencia no hay nada que hacer en ningún sitio».

El líder del PNV, que dijo que la derecha pretende «desplazar» al nacionalismo para llevar a cabo un proceso de «desvasquización», advirtió al PSOE de que «el siguiente será el socialismo» y que la derecha «irá a por ellos una vez que haya creado su tejido de poder, que es lo que está haciendo». Se refirió, en concreto, al ámbito de la Justicia y afirmó que «con un fiscal general dependiente del Gobierno, un Constitucional nombrado por el Gobierno y salas de la Audiencia Nacional y del Supremo influidas y presionadas por el Gobierno está en peligro la democracia misma».

Ibarretxe, por su parte, hizo un repaso de lo que ha supuesto la campaña y dijo que PP y PSE-EE «se han pasado de vueltas» y «han abusado tanto de televisiones, radios, mensajes ... que han logrado sacar a flote el orgullo de los vascos, que han dicho 'ya vale'». El candidato nacionalista, que indicó que ambos partidos «se han desinflando en campaña» tras dos años de «esfuerzos por desprestigiarnos», afirmó que «van a perder y lo saben y por eso están nerviosos».