Los líderes de la UE reiterarán hoy en Sevilla su determinación a
cumplir los plazos de la ampliación al Este y cerrar las
negociaciones en diciembre de 2002, pese a los problemas surgidos
entre los Quince sobre el precio a pagar. Los líderes de la UE no
debatieron ayer prácticamente sobre la ampliación «porque el
Consejo Europeo ha considerado que lo hecho en estos últimos seis
meses es satisfactorio», dijo el titular español de Exteriores,
Josep Piqué.
«La presidencia ha hecho claramente sus deberes», subrayó el
ministro, quien precisó que por ello, «no habrá mayores problemas»
para que los líderes de la UE aprueben mañana las conclusiones de
la presidencia sobre la ampliación. Según Piqué «están puestas las
condiciones para que podamos cumplir con el calendario de
ampliación y cerrar negociaciones con un máximo de hasta diez
países antes de que acabe el año».
De este modo, explicó, «estaremos en condiciones de firmar el
tratado de adhesión antes del 31 de marzo de 2003» y esos países
podrían participar como miembros de pleno derecho de la UE en las
próximas elecciones al Parlamento Europeo que se van a celebrar al
final de la primavera de 2004. Pero Piqué admitió que para la
adhesión «queda mucho trabajo por hacer».
La presidencia española, según Piqué, está satisfecha también de
la acogida que han dado los Quince a la propuesta sobre la reforma
del Consejo y que, a la espera de algunos ajustes, permitirá una
mayor coordinación, más transparencia de su labor y una
simplificación de sus formaciones ministeriales. No obstante, la
eliminación del veto en las Cumbres divide a los Estados
miembros
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