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AGENCIAS-BILBAO El portavoz de Batsuna, Arnaldo Otegi, lamentó ayer que, a pesar de de los llamamientos a la responsabilidad nacional al Gobierno vasco, al tripartito y al lehendakari, «para que que no se inmiscuyera en un ataque que el Estado español plantea contra Batasuna y el pueblo vasco, desgraciadamente, han hecho caso omiso de eso y han cumplido la Ley, asaltando la sede de un partido independentista, desalojando independentistas y golpeando independentistas».

Otegi hizo estas declaraciones tras ser desalojado a la fuerza por la Ertzaintza de la sede bilbaina de Batasuna, junto con el resto de sus compañeros de formación, algunos de los cuales llegaron a encadenarse al balcón del local. El dirigente abertzale criticó este desalojo, culpando de ello al lehendakari por cumplir, «como es debido, la Ley española y de los españoles». «Esa es la noticia triste de hoy (ayer), se retrata el lehendakari de Vascongadas, ese que se pasa el día hablando de derechos humanos y de diálogo hasta el amanecer, y ya sabemos qué tipo de diálogo plantea con la izquierda abertzale».

El Gobierno, el PP y el PSOE reiteraron por su parte su confianza en la oportunidad de la ilegalización de Batasuna y valoraron la suspensión decretada por Garzón, una medida que el Ejecutivo Vasco ya aplica, pese a rechazarla. El presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgáiz, criticó el «vergonzoso voto negativo» del PNV, ya que, a su juicio, «significa que prefieren seguir siendo encubridores de ETA antes que derrotarla».

Por su parte, el líder del PSC, Pasqual Maragall, ha advertido de que sería «ingenuo» pensar que la ilegalización de Batasuna supondrá el fin de ETA. El Gobierno de EE UU apoyó la suspensión de actividades de Batasuna y reiteró su respaldo a la lucha española contra el terrorismo, mientras que el Ejecutivo francés dijo haber «tomado nota» de la decisión judicial española.