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El presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, expulsó ayer del salón de plenos al portavoz del PSE-EE en la Cámara, Rodolfo Ares, después de llamarle al orden por tres veces, tras lo cual PP y PSE pidieron la dimisión del presidente de la Cámara.

Tras haber recibido dos llamadas al orden, Ares protestó gritando al entender que Atutxa estaba dando tiempo a que entrara en el salón el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para que votase.

La expulsión se produjo en el debate de un proyecto de ley sobre el transporte al que socialistas y «populares» habían presentado sendas enmiendas a la totalidad y que, por decisión de Atutxa, fueron votadas por separado, lo que provocó la protesta de ambos grupos.

Esa protesta provocó la tercera llamada al orden y la consiguiente expulsión del salón de plenos. Tras ella, la práctica totalidad de los parlamentarios del PP y PSE-EE abandonaron el salón de plenos, al que regresaron avanzada la sesión.

En los pasillos de la Cámara, ambos grupos coincidieron en considerar que Atutxa está «inhabilitado» o que es «incapaz» de seguir en su cargo. Además, el PP registró una proposición en la que solicita formalmente la dimisión de Atutxa.

El expulsado, Rodolfo Ares, opinó que el comportamiento de Atutxa le «inhabilita» para seguir al frente de la institución, porque «la degrada» y porque «le puede la venganza y la ira contra los que le exigen que cumpla con su obligación».