El Rey recibió ayer las visitas del presidente de la Generalitat de
Cataluña, el socialista Pasqual Maragall, y de la Comunidad de
Madrid, la popular Esperanza Aguirre. La audiencia sirvió para
constatar que sus mensajes son bien diferentes. Mientras Maragall
expuso al monarca la necesidad de reformar el Estatuto y la
Constitución, Aguirre expuso que Madrid seguirá contribuyendo a la
solidaridad nacional.
Maragall expuso al Rey su programa de Gobierno, los ejes
fundamentales que marcarán la próxima legislatura en Catalunya.
Aunque aseguró que no estaba «en condiciones» de revelar la
conversación, sí dijo que se habían tocado «los más importantes»
asuntos. «Y entre ellos, por supuesto, están la reforma del
Estatuto y de la Constitución».
Según explicó, se limitó a explicar que el encuentro había sido
«muy emotivo y muy agradable, ya que de fondo hay una antigua
relación de respeto y amistad mutua». «Fue un encuentro muy emotivo
en un plano distinto pero igualmente cordial», sentenció.
Antes de la audiencia con Maragall, el Rey recibió a Esperanza
Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró ante el
monarca que esta región es la más generosa «y la que más contribuye
a la solidaridad nacional» dentro del Estado y llegó a decir que un
madrileño «contribuye cuatro veces más a la solidaridad general que
un catalán».
Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, esta contribución
no sólo no ha empobrecido a la región, sino que la ha situado «en
el primer nivel dentro de las regiones de España, a la cabeza del
PIB, de creación de empleo y de inversión extranjera». «El Gobierno
de Madrid quiere que ésta siga siendo la primera comunidad de
España, la que más empleo cree y la que más crezca para que esa
prosperidad llegue a todos, especialmente a quienes más lo
necesitan», dijo.
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