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OTR/PRESS-VITORIA
Juan María Atutxa deja la política. El ex presidente del Parlamento vasco formalizó ayer en el registro de la Cámara autonómica la renuncia a su puesto como parlamentario. Atutxa se marcha inmerso todavía en un procedimiento judicial por un presunto delito de desobediencia a la Justicia, tras la orden no cumplida de disolver el grupo heredero de Batasuna, Sozialista Abertzaleak. Esta situación, según dijo Atutxa, no tiene nada que ver con su decisión de dejar la política activa.

Lo hace en los primeros meses de una legislatura en la que él mismo fue uno de los puntos fuertes del debate, ya que todos los partidos de la oposición forzaron al PNV a retirar su candidatura a presidir de nuevo el Parlamento vasco.

Después de 22 años ocupando cargos destacados (entre otros consejero de Interior vasco y presidente del Parlamento vasco) Atutxa ha decidido poner punto final a esta etapa de su vida.

Su marcha también se produjo a pocos días de que se celebre la vista oral del juicio que se seguirá, el próximo 26 de octubre, contra él mismo, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao. No habrá cambios en esta vista al perder Atutxa su condición de aforado (Knörr tampoco lo es desde las pasadas elecciones, en las que EA decidió no incluirle en sus listas), ya que Bilbao sigue siendo parlamentaria.

La autoridad para juzgarles sigue siendo el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, y la única novedad es que, en caso de ser condenados, a Atutxa no se le podría aplicar la pena de inhabilitación como funcionario. Atutxa aseguró que este juicio no tiene nada que ver con su decisión de dejar la política. «Las cosas ocurren, no siempre como uno quisiera y en este caso concreto, tras lo acontecido durante los últimos tiempos, he entendido que lo mejor era presentar ya mi renuncia al escaño».

«Ha llegado ya el final y se acabó. Hasta aquí», explicó en los pasillos del Parlamento vasco un Atutxa que deja la política satisfecho de haber tenido «la oportunidad de estar al servicio del pueblo». «Todavía uno tiene ganas y espíritu de continuar», dijo, apostando por seguir sirviendo al pueblo ahora desde «otras muchísimas cosas y responsabilidades». Su futuro pasa ahora por reintegrarse en el puesto que dejó en 1987 en la BBK para dedicarse a la política.