Lo hace en los primeros meses de una legislatura en la que él mismo
fue uno de los puntos fuertes del debate, ya que todos los partidos
de la oposición forzaron al PNV a retirar su candidatura a presidir
de nuevo el Parlamento vasco.
Después de 22 años ocupando cargos destacados (entre otros
consejero de Interior vasco y presidente del Parlamento vasco)
Atutxa ha decidido poner punto final a esta etapa de su vida.
Su marcha también se produjo a pocos días de que se celebre la
vista oral del juicio que se seguirá, el próximo 26 de octubre,
contra él mismo, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao. No habrá cambios en
esta vista al perder Atutxa su condición de aforado (Knörr tampoco
lo es desde las pasadas elecciones, en las que EA decidió no
incluirle en sus listas), ya que Bilbao sigue siendo
parlamentaria.
La autoridad para juzgarles sigue siendo el Tribunal Superior de
Justicia del País Vasco, y la única novedad es que, en caso de ser
condenados, a Atutxa no se le podría aplicar la pena de
inhabilitación como funcionario. Atutxa aseguró que este juicio no
tiene nada que ver con su decisión de dejar la política. «Las cosas
ocurren, no siempre como uno quisiera y en este caso concreto, tras
lo acontecido durante los últimos tiempos, he entendido que lo
mejor era presentar ya mi renuncia al escaño».
«Ha llegado ya el final y se acabó. Hasta aquí», explicó en los
pasillos del Parlamento vasco un Atutxa que deja la política
satisfecho de haber tenido «la oportunidad de estar al servicio del
pueblo». «Todavía uno tiene ganas y espíritu de continuar», dijo,
apostando por seguir sirviendo al pueblo ahora desde «otras
muchísimas cosas y responsabilidades». Su futuro pasa ahora por
reintegrarse en el puesto que dejó en 1987 en la BBK para dedicarse
a la política.
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