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La frontera de Melilla con Marruecos contará con una tercera valla y en la verja de Ceuta se instalarán nuevas cámaras térmicas y de vídeo, según anunciaron ayer las delegaciones del Gobierno en ambas ciudades, donde los centros de estancia temporal de inmigrantes (CETI) continúan saturados.

En Melilla, la Cruz Roja está reforzando la capacidad del centro con la instalación de nuevas tiendas de campaña en el exterior; en conjunto, hay ya 60 tiendas y se atiende, según datos estimativos, a unas 1.600 personas.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el de Ceuta, Juan Jesús Vivas, que hoy se reunirán con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acusaron ayer al Ejecutivo de estar «incapacitado» para resolver el problema de las avalanchas de inmigrantes.

Mientras, la Delegación del Gobierno en Melilla anunció la instalación, por parte del Ministerio de Defensa, de una tercera valla en el perímetro fronterizo de la ciudad, y la de Ceuta aseguró que se mejorarán los elementos de control con cámaras térmicas, la reposición de equipos de vídeo y la limpieza de los matorrales que existen entre las dos verjas existentes.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta explicaron que no hay prevista ninguna salida extraordinaria de subsaharianos hacia centros de la Península, garantizaron que los residentes están en buenas condiciones y apuntaron que la prioridad está en los acogidos en Melilla.

Por su parte, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, informó de que el Gobierno trabaja «intensamente» con las autoridades marroquíes para que permitan la devolución de inmigrantes de terceros países y no sólo la de los marroquíes.

El ministro de Interior, José Antonio Alonso, que comparecerá el mañana en el Congreso, reconoció la necesidad de mejorar «sustancialmente» el vallado «en cuanto a diseño y otras especificaciones» y de avanzar por la vía diplomática, en la que hizo hincapié en Estrasburgo el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.