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El presidente del Parlament de Catalunya, Ernest Benach, ofreció y pidió ayer diálogo y pacto en la tramitación de la reforma del Estatut catalán en el Congreso para que el «terreno de juego sea la Constitución», y matizó que el texto «no quiere romper nada y no es ninguna declaración de independencia».

En su opinión este proyecto de Estatuto «se basa en la normalidad», tras 25 años de experiencia democrática estatutaria, y es «fruto de esta experiencia». Para Benach, en este momento hay dos ventajas, que se hace a partir de la experiencia y «sin la presión de determinados momentos», pues «no salimos de una dictadura», por lo que «se hace con trabajo parlamentario».

En rueda de prensa en el Congreso, tras registrar el Estatuto en la Cámara Baja para que se inicie su tramitación, Benach aseguró que «la oferta de diálogo y pacto viene avalada por el esfuerzo sincero hecho desde Catalunya para que el terreno de juego sea la Constitución».

Pidió expresamente al PP y a su presidente, Mariano Rajoy, que voten a favor de la tramitación y «que abran las puertas al diálogo y a la aportación serena», ya que, insistió, «queremos negociar y pactar desde el respeto más absoluto» a todas las ideas políticas.

Tras afirmar que se trata del «Estatuto del diálogo y la esperanza», Benach afirmó que «venimos con voluntad de negociar» y agregó que le transmitió al presidente del Congreso, Manuel Marín, que «sería bueno que la tramitación fuese lo más rápida posible». Afirmó que no habían hablado sobre los plazos concretos, ya que, aunque éstos están marcados por el Reglamento, «hay una negociación política que será la que determine los plazos».

Destacó que en Catalunya el proceso ha sido «largo, complejo y difícil y, a veces, pesado», así como que en la ponencia participaron «todos» los grupos parlamentarios y que el texto final contó con el respaldo de 120 de los 135 diputados del Parlament de Catalunya.