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«Absolutamente seguro» de que Cataluña no se denominará nación en su Estatut, así de rotundo se mostró el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a la salida de su reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El barón socialista no precisó si el jefe del Ejecutivo le transmitió un compromiso directo, pero fuentes gubernamentales ratificaron las aseveraciones de Ibarra. Además, Zapatero pidió a Ibarra que colabore para que el debate se desarrolle con sosiego y diálogo constructivo, pero el presidente de Extremadura no pudo evitar, en rueda de prensa, acusar de deslealtad al president de la Generalitat, Pasqual Maragall, por «coger la mano y el brazo».

Después de dos horas, Ibarra salió «plenamente satisfecho» de su reunión en La Moncloa, en la que le trasladó a Zapatero «lo que creo que los españoles esperamos del presidente del Gobierno» y el jefe del Ejecutivo le transmitió «lo que piensa que es la realidad de nuestro país».

Tras este intercambio de opiniones y «conociendo como conozco al presidente del Gobierno», el barón socialista mostró su total seguridad de que el Estatut que salga de las Cortes será absolutamente constitucional. De hecho, dijo estar convencido de que Zapatero «no permitirá que en el Estatut se incluya el término 'nación'».

Ibarra explicó que para él un territorio que tiene una singularidad cultural, histórica y geográfica y una especificadad lingüística, es una nacionalidad, aunque para los catalanes sea una nación. Así, aseguró que firmaría por que en el texto Catalunya apareciera como «entidad territorial singular», «una buena definición».

«Ha habido un error de cálculo de los partidos catalanes que han creído que, porque el presidente dice yo acepto lo que usted me mande, iba a aceptar cualquier cosa», afirmó el presidente autonómico que señaló además que «no puede ser que alguien te de la mano y tu le cojas la mano, porque estás siendo desleal», en referencia a Maragall.

Ibarra hizo estas declaraciones a pesar de que el presidente del Gobierno le pidió en la reunión «como a todas las fuerzas políticas» que participe en un debate «sosegado y respetuoso».